La parricida compró tranquilizantes el día anterior de matar a sus hijos

Rafael Abolafia/Jaén
Ruth B. V., la autora confesa de la muerte de sus dos hijos, compró sedantes el día anterior al doble infanticidio. Así lo ha desvelado la investigación judicial, que practicó esta prueba a petición de la Fiscalía y de la acusación particular para tratar de demostrar que la parricida 'planificó' los crímenes.

    07 dic 2011 / 10:57 H.

    Es decir, que la mujer tenía intención alevosa de matar a los niños.  El círculo se cierra y dos meses después de aquella fatídica tarde del 29 de septiembre la instrucción de la causa está prácticamente terminada. El juez que dirige las pesquisas, Fernando Moral, recibió la semana pasada el informe de los forenses en el que se confirmaba lo declarado por Ruth B. V.: que durmió a los niños con un medicamento que ella tomaba para la depresión. Los restos de ese tranquilizante fueron encontrados en los cuerpos de los menores y también en el yogur que su madre les dio para merendar aquella tarde y en el que mezcló el medicamento.
    Para la acusación particular, ejercida por el marido de la parricida confesa, es fundamental demostrar que la mujer tenía la intención de matar a los niños y que había elaborado un plan para perpetrar los crímenes. Para ello, el abogado Manuel Gutiérrez Collado solicitó a su señoría que el Servicio Andaluz de Salud enviara al Juzgado un informe con los medicamentos adquiridos por Ruth B. V. en las últimas semanas. Las fuentes consultadas explican que, el día anterior al doble infanticidio, adquirió medicamentos en una farmacia cercana a su casa. Eran tranquilizantes que ella había tomado para tratar la depresión que sufrió en 2008, tras dar a luz al segundo de sus hijos. Al parecer, llevaba meses sin tomar esas pastillas. Ahora, solo queda determinar cómo pueden afectar los sedantes a los niños.
    Es imputable. Otra de las pruebas practicadas en el procedimiento es determinar el estado mental de Ruth B. V. para saber si es imputable, es decir, si puede responder de sus actos ante un tribunal. Los forenses aseguraron que la parricida sabía lo que hacía cuando cometió los crímenes. Le diagnosticaron “un trastorno depresivo grave y un trastorno de la personalidad dependiente”, dos patologías que pueden afectar “parcialmente a su capacidad volitiva”, pero que no le impiden sentarse en un banquillo. Además, la acusación particular ha aportado al procedimiento algunos documentos que prueban que Ruth B. V. realizó aquella misma mañana sus actividades con total normalidad, como acudir al banco o pagar el recibo de la comunidad. Lo que intentan demostrar es que está “en sus cabales”.
    Hay que recordar que la mujer, que está presa en el Módulo Psiquiátrico de la cárcel de Alicante, justificó los crímenes por el temor que tenía a que sus hijos se quedaran solos. Explicó que había sufrido varios impulsos suicidas y que, por ello, decidió quitar la vida a sus niños para evitar que padecieran cuando ella faltara.
    La instrucción de la causa está prácticamente terminada por lo que el juicio a Ruth B. V. está cada vez más cerca.