La paella del jiennense, Frutos, cuarta en sueca -valencia-
Manuel Frutos fue cuarto, empatado a puntos con el tercero, en el Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca (Valencia). Fue un gran superviviente entre los más de ochocientos aspirantes al certamen, de enorme prestigio internacional y reconocido como Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Según confesó el jefe de cocina del Restaurante Kasler de la capital, se habría conformado con concurrir a la final, junto con otros cuarenta y tres restaurantes con sede en diferentes lugares del mundo, como Estados Unidos, Japón o Corea y, por supuesto, la propia Comunidad Valenciana, cuna del plato “typical spanish”.
Al mejor paellero, sin duda, de Jaén se le atropellaban las palabras: “Estoy muy emocionado, ha sido un certamen muy bonito, con mucho compañerismo. Hay gente que se ha presentado hasta quince veces y nosotros, en nuestra primera, nos colamos entre los primeros. ¡Me he pegado una panzada de llorar cuando han pronunciado mi nombre! ¡Es que es un campeonato del mundo!”, manifestó, orgulloso y ansioso de llegar a Jaén para abrazar a su hija Alejandra, de seis meses. Eso que no es la primera vez que recibe aplausos. El crítico gastronómico Rafael García Santos dijo de la tortilla de patatas “con sabor andaluz” del bañusco que era una “delicatesen”. En su comentario destacó la utilización del mejor aceite de oliva jiennense, algo de lo que Frutos se enorgullece, según explicó después de su última conquista de los paladares más exigentes.
Ayer no consistió tanto en componer como en desarrollar. “Es un certamen muy justo, porque todos los participantes tienen que trabajar con los mismos ingredientes”, manifiesta. La receta es la misma que utiliza el cocinero del Restaurante Ri Ra y el proceso de elaboración debe ser similar. Su secreto es fondear bien el pollo y el conejo para hacer un buen caldo. “Aquí no se utilizan caldos artificiales ni pastillas de Avecrem, sólo agua, y con las piezas que nos proporcionan, que son estupendas, sale un caldo exquisito”, reconoce el creador culinario.
El proceso fue duro, porque arrancó a las siete y media de la mañana, hizo mucho calor y las condiciones son muy particulares: además de la abrumadora expectación que suscita entre los visitantes, los participantes tienen que responder a los numerosos medios de comunicación que se interesan por el certamen. El orgullo del de Jaén, que manifestó que no solo concurrió a título propio, sino en nombre de su tierra, fue mayor al comprobar que muchos asistieron con ayudante. Él lo hizo solo y triunfó. N. F. /Jaén