“La otra cara de la historia”

Juan Navarro Simón/Desde Arjona. Querida hermana: En relación a las últimas noticias publicadas en Diario JAEN el pasado 26 de diciembre, sobre los hechos acaecidos aquella fatídica tarde de agosto de 2011 en la que te viste involucrada en la localidad de Lahiguera y que desde entonces se inició una escalada de sufrimiento no solo para ti sino para toda tu familia al completo, venimos a solicitar al periódico la publicación de esta misiva y de esta manera, contribuir a la corrección en la línea argumental que desde entonces se ha venido sosteniendo por parte de la Fiscalía.

    24 ene 2013 / 12:17 H.

    Ahora, a punto de cumplirse 17 meses de tu prisión preventiva, y 10 meses desde que la muerte de nuestra madre sorprendió a todos de manera dramática, quisiera una vez más, recordarte las palabras que nos intercambiamos en una ocasión. Tu más que nadie, sabes lo que supone el dolor de la ausencia y no sólo de tu principal patrimonio afectivo, que son tus hijos, sino también de aquellos que siempre te escuchamos y alentamos cada vez que nos hacía partícipes de las vicisitudes por las que estabas atravesando dentro de tu matrimonio. Nuestra madre, supo, antes de emprender su marcha, lo que estabas padeciendo, ella conocía cada uno de tus secretos, esos que a veces, supone una dura aceptación de los mismos y el desgarro más desolador de tener que hacerle frente, con el ánimo de no caer en el desaliento e intentando proteger la felicidad de tus hijos. Toda tu familia supimos que en muchas ocasiones de la vida, perdiste la confianza en ti misma, pero sabemos de igual manera de los dones que nuestra madre te ha dado, sabemos perfectamente que dentro de ti hay una mujer generosa y luchadora que se enfrenta cada día para defender lo que más quiere y ama, sin temor. Conocemos cada una de tus limitaciones, pero a la vez, cada una de tus fortalezas y éstas son muchas. Sabemos también, que aunque estés herida, que la decepción y las frustraciones hayan debilitado tu autoestima, existe un corazón fuerte, valiente, capaz de superar los obstáculos. Nosotros hemos sufrido junto a ti, con cada lágrima de tu llanto, con cada momento de incomprensión, de rabia, de impotencia, que sabemos de tu dolor y que nunca hemos dejado de escucharte cada vez que nos has implorado ayuda. Hoy, cuando nuestra madre ya no se encuentra entre los vivos, pero que sigue con nosotros, y no solamente en nuestro recuerdo, está más cerca de todos y sin duda, de ti. Aquella tarde de verano, ni tu misma imaginabas lo que el futuro podría reservarte, por que, si bien es cierto que venías reclamando a tu ex marido mensualidades atrasadas correspondiente a la manutención de vuestros hijos, y parece ser que no era la primera vez, jamás se te hubiera pasado por la cabeza intentar acabar con la vida de él y la de su actual compañera sentimental. Sabemos que fuiste victima de situaciones humillantes y vejatorias que nunca debieron suceder, y aunque te animamos a denunciarlas, a veces, resulta muy difícil poder demostrar ciertos hechos que ocurren en el núcleo más intimo del matrimonio, que pasan sin dejar huella física, que envilecen la autoestima con el paso de los años, y que van calando hasta lo más hondo, dejando secuelas psíquicas indelebles. Ingenuamente, antes de separarte del padre de tus hijos, creíste durante años que la relación que mantenía con una vieja amiga era solo eso, aunque al descubrir una foto de ella enmarcada en vuestra casa, te hizo confirmar tus sospechas y a partir de ahí, te negaste a seguir siendo cómplice de la ignominia y el furibundo ataque hacía tu dignidad como mujer. Durante años fuiste presa de un escenario poco idóneo para tu estabilidad emocional y como consecuencia de tu cada vez más erosionada y vulnerable capacidad de empuje para resolver los problemas adheridos a las continuas discusiones con tu ex marido, suegra y demás familia política, más propia de esa España negra y cañí de postguerra, recurriste a la ayuda de profesionales y así, lo confirman los informes del médico psicólogo privado de Jaén y también del área pública de salud mental de la localidad de Andújar. “Podría decirse que la persona llega a un punto de su camino en que se ve rodeada de ingentes rocas que le cierran el paso, diversas grietas que se abren en la dura y pavorosa peña, indicándonos senderos o salidas que tal vez nos conduzcan a regiones despejadas”. Después de esa tarde de verano, una vez ocurrido el accidente y tras varios años de estar separada y no de manera reciente como se publicó, de inmediato transcendió la noticia a la prensa local de la provincia, cuyo titular confirmaba que se había producido el atropello de un varón por parte de su ex mujer movida por los celos. Una vez más, éramos testigos al comprobar que se estaba cometiendo un profundo error de interpretación de los hechos, posiblemente la inmediatez de la noticia unido a un análisis precipitado y subjetivo por parte de tu ex marido, su mujer y algunos vecinos del pueblo, dejaban caer la confirmación de dicho titular. Recopilados todos los datos, pudimos cotejar parte del sumario que se encontraba en poder de tu abogado de oficio, y de esta manera comprobar que los nervios y el miedo insuperable ante unos fantasmas del pasado como consecuencia de una convivencia hostil, pudo ser parte de la causa para que al cruzarte con tu ex marido e intentar entablar conversación con él, pudieras confundir el freno con el acelerador. Recientemente, hemos conocido que tanto tu ex marido como su mujer hacen partícipes a tus hijos de conversaciones nada alentadoras ni mucho menos beneficiosas para el sano desarrollo emocional de su adolescencia. Esta conducta impropia, maliciosa e insidiosas conversaciones mantenidas durante las comidas, versan sobre la muy probable condena que puede sentenciar el juez sobre ti, la indemnización a la que tendrás que hacer frente, la posible guardia y custodia de tus hijos por parte de ellos o la ineficiente labor de un abogado de oficio. Querida hermana, queremos que sepas que creemos en tu inocencia y que debes afianzar tu confianza en el esclarecimiento de todos estos hechos, pues con el incondicional apoyo de tus hijos, tu familia, amistades, y la infructuosa y profesional labor de tu letrado, Antonio Suárez Pérez estamos convencidos que conseguiremos allanar el futuro. Te quiere, tu familia.