La nueva empresa

Orgulloso al ver cómo van apareciendo empresas en nuestra provincia, que tienen claro cómo y dónde han de desarrollar sus productos y servicios. Empresas de tecnología, de aceite, de moda, que están apostando por el talento de jóvenes y menos jóvenes de nuestra tierra, que demuestran con sus propuestas, que Jaén tiene mucho que decir en esta época de la innovación y el emprendimiento. Si hay una característica que comparten todas y cada una de ellas, es la flexibilidad y el perfil multidisciplinar de sus componentes. Esto me hace reflexionar sobre cómo se estructuran el liderazgo y las jerarquías dentro de las organizaciones. Según define la Real Academia Española, el líder es una persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como su jefe u orientador. Entiendo, que porque lo consideran el más capacitado para marcarles el camino a seguir. Cuando el viento sopla a favor y posibilita un entorno estable, todo bien, pero ¿qué ocurre cuando el entorno cambia y la cosa comienza a desestabilizarse? Las estructuras jerárquicas encuentran refugio, en la posibilidad de culpar a alguien si las cosas van mal. Asocian el éxito, a la credibilidad que los empleados tienen de sus superiores. Sin embargo, yo pienso que se trata de un error, y lo entiendo así porque compruebo, que las organizaciones que hoy en día triunfan, carecen de jerarquías (obviamente tienen personas con diferentes responsabilidades y retribuciones) pero lo que caracteriza a estas nuevas compañías de éxito, es que tienen en común una apuesta clara y decidida por contar con personas capaces, cualificadas y responsables, que se involucran en proyectos con estrategias, acciones y planes de contingencia conocidos, asumidos y compartidos. Y sobre todo, con objetivos transversales, que evitan culpabilizar desempeños individuales. Conseguido esto, se trata luego de ponerle marketing a la cuestión, y conseguir que tu marca emocione, que despierte sensaciones diferentes, positivas y que ocupe un lugar no sólo en nuestra cabeza, sino en nuestro corazón, porque no obviemos, que lo que mueve al ser humano, es la emoción. Luis Salido es directivo de empresas

    27 abr 2014 / 22:00 H.