La noche tiene un precio
Cuando, el pasado 17 de junio, ante el muro sindical que le habían levantado, el concejal de Personal, Miguel Ángel García Anguita, anunció que el equipo de Gobierno local desistía de su propuesta de perpetuar recortes sociales en la plantilla municipal, los representantes de las distintas secciones respiraron aliviados y se felicitaron. “Seguir con el planteamiento habría sido incumplir el acuerdo suscrito en mayo de 2012 y ya suficiente sacrificio han hecho los trabajadores”, coincidían. Y el responsable del sector de Administración local en la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Enrique García, apostillaba, incrédulo: “Lo que hace falta ahora es que se cumplan las cláusulas del convenio colectivo y del acuerdo económico y social”.

El sindicalista lamenta que el incumplimiento de ambos acuerdos es “cada vez más habitual” y, como consecuencia, la deuda que la Administración local mantiene con los empleados se eleva proporcionalmente. “Un botón de muestra —precisa— son los trabajos nocturnos impagados, que se traducen en una deuda hasta la fecha de 430.000 euros”. Según García, esta cantidad es la que se adeuda a vigilantes de mercados y de instalaciones deportivas, a los monitores del centro de transeúntes y también a los profesionales de los gremios de Policía Local y Bomberos. “Excepto” la deuda con los monitores, que hunde sus raíces en septiembre de 2011, la que existe con los demás colectivos empezó a crearse en 2012, apunta el sindicalista, que se queja, en un comunicado remitido a esta Redacción, de que el Ayuntamiento “todavía no ha puesto al mismo nivel a empresas y trabajadores”. Subraya que, desde mayo de 2012, el Ejecutivo central ha puesto en marcha hasta tres planes de pago a proveedores a los que se ha acogido el equipo de Gobierno local, pero indica: “A día de hoy, todavía están los empleados del Ayuntamiento sin poder acogerse a ningún tipo de medidas que aseguren el pago del salario que no han percibido”.
“El equipo de Gobierno tiene que valorar el esfuerzo que estamos haciendo los trabajadores municipales y crear un plan para ponerse al día en el salario adeudado a los empleados”, recalca García, que también exige que, en cuanto al concepto de horas extraordinarias, se valore el trato igualitario para los 1.456 empleados públicos municipales. Tomando como referencia el convenio colectivo, recuerda que las extras se compensarán por horas “solo a petición del trabajador”. Sin embargo, denuncia: “Desde el área de Recursos Humanos se está obrando en contra al obligar a los trabajadores a descansar por las horas extraordinarias realizadas, cuando está dispuesto que se compensarán económicamente”. Como consecuencia de esta situación, destaca: “Hay parte de personal administrativo que está pendiente de compensar horas extras en descansos y personal de servicios especiales espera que se les abone las que han realizado de cualquier modo”. Sin embargo, advierte el sindicalista: “La respuesta que encuentran es que las necesidades del servicio no permiten compensarlas en descansos”.
Por último, para aquellos que insisten en que la plantilla municipal está “sobredimensionada”, García rechaza que se pueda hablar de exceso de personal “mientras se siguen realizando horas extras con tanta frecuencia”. En un mes especialmente difícil para el equipo de Gobierno, que debe pagar a los empleados la nómina de junio y la paga extraordinaria, el sindicalista lo insta “a que ponga de su parte, y realice el mismo esfuerzo que hacen los trabajadores, para poner al día sus deudas”.