12 dic 2009 / 10:25 H.
Las instalaciones del Felipe Arche cerraron sus puertas por decisión del actual equipo de Gobierno municipal en julio del año 2007, después de llevar apenas tres meses en funcionamiento pero sin estar terminadas, ni recepcionadas, como se informó después. La cuestión es que, a priori, la decisión parece acertada, en vista de que las instalaciones carecían de una serie de requisitos legales como la preceptiva licencia de apertura y, además, presentaban deficiencias en determinados aspectos técnicos importantes. Pero, con independencia de su idoneidad, la realidad es que nunca se pensó que el cierre pudiese prolongarse durante tanto tiempo. De ahí que se haya dilatado de manera poco entendible. La paciencia de los jiennenses se ha ido agotando a medida que pasaban los meses y unas necesarias instalaciones deportivas, tan escasas en la capital jiennense, se encontraban fuera del circuito sin que aparentemente se avanzara en las obras para poder ponerlas en funcionamiento cuanto antes. El Partido Popular en la oposición municipal ha cargado en los últimos días con especial énfasis contra el gobierno de coalición PSOE-IU por este asunto, pero al margen de la batalla política, se trata de una preocupación muy a pie de calle. Otros problemas se quedan más en la pelea entre partidos, pero el retraso en la reapertura del Felipe Arche se había convertido ya en un auténtico clamor social. El anuncio de que, después de seis meses de obras, el recinto se pondrá de nuevo en funcionamiento, es una buena noticia que está supeditada, como es obvio, a que se cumpla finalmente los plazos y el próximo verano sea una realidad. Con todo, hay que felicitarse de que los gobernantes se hayan esforzado por responder a una demanda ya tan antigua. A pesar de las demoras y la larga espera de los ciudadanos, como dice el refrán, bien está lo que bien acaba.