La necesaria normalidad en el dispositivo de acogida a inmigrantes

La campaña de recogida de aceituna comienza de forma paulatina en la provincia, con la apertura ya de la mitad de las almazaras, a la espera que a partir de la próxima semana se generalice por completo.

    02 dic 2009 / 12:06 H.

    La tradicional Fiesta de la Aceituna de Martos marca todos los años el arranque simbólico, una convocatoria que se ha convertido en un acontecimiento social y que se celebrará el próximo martes en el principal municipio productor de aceite de oliva del mundo. A partir de ese momento, la gran mayoría de las explotaciones estarán a pleno funcionamiento y será entonces cuando se presente la gran prueba de fuego para el dispositivo de acogida de inmigrantes. Hasta ahora, tanto administraciones como agentes sociales se felicitan porque no se han producido los problemas que anteriores campañas, con las personas que llegan en busca de trabajo durmiendo de forma masiva a la intemperie. El drama humano está ahí, desde luego, pero no de forma tan dramática como se temía. En todo caso, es pronto aún. La red provincial de albergues, integrada por veintitrés centros en diversos puntos de la geografía jiennense, se encuentra todavía al setenta y cinco por ciento, por lo que hay plazas libres aún y los inmigrantes tienen opción de rotar durante unos días en busca de un tajo en el que trabajar. La normalidad es la nota dominante y es de esperar que así siga siendo. Quizá la campaña desarrollada para informar de que esta temporada no habría trabajo esté dando sus frutos.
    Lo importante es que todo el operativo está listo y más que preparado, porque la experiencia de pasadas ediciones debe servir de rodaje para evitar males mayores. Es complicado el equilibrio entre la necesaria acogida humanitaria y el exceso de paternalismo de las administraciones. Esa difícil línea que no se debe traspasar y que puede generar el tan temido efecto llamada.