La Navidad

Durante estas fiestas de Navidad aprovechamos unos días más de descanso, —que bien nos vienen—, son momentos de reunirnos en familia, olvidar todas los problemas del año que está a punto de acabar y transmitir nuestra alegría a los amigos, a los recién conocidos y a todos a los que de una forma u otra les tenemos estima.

    21 dic 2012 / 18:30 H.

    Las nuevas tecnologías han cambiado las costumbres de las felicitaciones de Navidad, como se suele decir, “yo, envío mis invitaciones por e-mail”, bueno, pero no es tan bello, por lo pronto solo los que leen los correos se enteran de la felicitación, se echa de menos la escrita a mano, que muchos de nosotros colocamos en el árbol de Navidad, y porqué no “en el Belén”, si los católicos festejamos el nacimiento de El Niño, es lógico que nuestra felicitación tenga algún motivo religioso cristiano, pero no estoy en contra de recibir un mensaje sin ningún motivo religioso, o de alguna postal de los creyentes de las otras dos religiones “del libro”, El Islam o la religión hebrea. Hoy tenemos la oportunidad de poder adquirir tarjetas con imágenes sin tener nosotros que componerlas, algunas impresas con alguna página de un libro de las horas, que tienen innumerables imágenes apropiadas, cómo el Libro de las Horas de Carlos V, además de deleitarnos con una imagen religiosa bellísima, los que la recibimos podemos disfrutar de los libros miniados joyas del tesoro español, conservados tanto en la biblioteca nacional como en la biblioteca de El Escorial. No nos parece razonable que nos quieran impedir tan maravillosa costumbre.
    Médico
    Fernando Garreta