La naturaleza caprichosa

Dos semanas después de una de las mayores tragedias naturales sufridas por un país, y sin apenas haber tenido tiempo para recuperarse, Nepal vuelve a sufrir un fuerte terremoto que sumó más víctimas a las ya conocidas por el anterior seísmo. A veces te da por pensar lo injusta que es la vida, la naturaleza, al fin y al cabo. Cuando los habitantes de allí intentaban levantar cabeza, van y reciben otro golpe en forma de catástrofe natural. Y no una. Al terremoto de antes de ayer le siguieron otras 8 réplicas más. Por lo tanto, podemos imaginar el sentimiento que debe invadir en este momento a los habitantes de aquel país. Por poner un ejemplo: Imagínense que, solo dos semanas después del tsunami de Japón, el país vuelve a sufrir otros siete u ocho tsunamis de una magnitud algo menor. La situación en todo el país es de alarma. Esperemos que los habitantes de allí puedan salir más pronto que tarde de este entuerto en el que se han visto envueltos sin quererlo. Las personas no hemos cuidado la naturaleza, y muchos usan este argumento para justificar cosas como lo ocurrido en Nepal. Eso es simple populismo. Repito que la mala suerte hace mucho, y la naturaleza, muchas veces, es muy caprichosa. Esta vez lo ha sido con el país asiático. Esperemos que no vuelva a serlo, ya está bien de sufrimiento.

    14 may 2015 / 11:27 H.