La mujer encarcelada por tirar a su hija al río podrá alegar trastorno mental
María Luisa B. A., la mujer de 50 años acusada de drogar a su hija para, posteriormente, arrojarla al río Guadalquivir, podrá alegar en el juicio que no estaba en sus cabales cuando, presuntamente, intentó acabar con la vida de la niña. Los forenses del Instituto de Medicina Legal que han tratado a la presunta parricida ya han emitido el correspondiente informe. Aseguran que la mujer tenía sus capacidades mentales “parcialmente afectadas”. ¿Por qué? Los psicólogos entienden que no podía controlar “su capacidad volitiva”: “Actuaba conforme a una comprensión distorsionada de la realidad, por la idea de que con la muerte evitaba el sufrimiento de su hija”, aclara, literalmente, el informe firmado por dos peritos del Instituto de Medicina Legal de Jaén.

María Luisa B. A. está en prisión preventiva desde que ocurrieron los hechos, el pasado 19 de noviembre. Fue entonces cuando, presuntamente, arrojó a su hija Miriam, que entonces tenía 9 años, al río Guadalquivir. Un vecino que pasaba por la zona la vio cerca de la orilla, mojada y con manchas de barro. Tras mucho preguntarle por lo que pasaba, la mujer le dijo que la niña se había caído al río. Los Bomberos pudieron rescatarla y los médicos lograron salvarle la vida.
La actitud extraña de la madre y el hecho de que el organismo de la menor presentara elevados niveles de un medicamento tranquilizante hicieron a la Policía sospechar de María Luisa B. A. Fue detenida y enviada a la cárcel por el Juzgado de Instrucción número 1 de Andújar, acusada de un delito de asesinato en grado de tentativa. Y es que, presuntamente, la mujer premeditó los hechos. Al parecer, unos meses antes, había hecho un ensayo previo: llamó a la Comisaría para avisar de que iba a acabar con su vida y con la de su hija. Un agente que atendió la llamada logró extraer la información necesaria para llegar hasta el lugar donde estaba la mujer. Cuando los policías llegaron, esta vecina de Andújar ya tenía preparado un zumo de piña en el que había disuelto varias pastillas tranquilizantes.
Poco antes de los hechos por los que ahora está en prisión, acudió a Cáritas con la intención de dejar allí todas sus pertenencias. Y es que la mujer había protagonizado varios “comportamientos extraños”, que los forenses recogen en su informe de imputabilidad. Así, hacen referencia a que sufrió “un episodio depresivo grave” y que, en varias ocasiones, había tenido tendencias autolesivas. En ese contexto, presuntamente, cometió los hechos del 19 de noviembre, cuando sedó a su hija y la dejó en el río. Las fuentes consultadas explican que la intoxicación medicamentosa que presentaba la niña era tan alta que podría haber sido letal por sí misma de no ser por la intervención de los médicos. En su primera declaración, María Luisa B. A. dijo que fue al río a merendar con la niña y que la pequeña se le perdió de vista. Rechazó saber cómo llegaron los tranquilizantes al organismo de su hija.