La más alta distinción para Suárez
A su salida del Palacio de la Carrera de San Jerónimo y antes de montarse en su coche, visiblemente emocionado, el Rey solo pronunció tres palabras : "Una gran pena". Acababa de imponer a Adolfo Suárez, en su capilla ardiente , el collar de la Real y Distinguida Orden España de Carlos III como muestra de su "real aprecio". El Rey don Juan Carlos mostró su "gran pena" tras visitar la capilla ardiente del expresidente Adolfo Suárez en el Congreso de los Diputados. El jefe del Estado permaneció una media hora junto a la Reina en la sede parlamentaria, a la que también se acercó la infanta Elena para trasmitir su pésame a la familia.

Numerosos exministros, presidentes autonómicos, parlamentarios y distintas autoridades del Estado acudieron también a despedir al expresidente del Gobierno Adolfo Suárez y trasladar personalmente sus condolencias a la familia. Todos ellos rindieron homenaje a Suárez después de que Don Juan Carlos entregara personalmente a título póstumo a Suárez el collar de la Real Orden de Carlos III. El monarca fue el primero en expresar su pésame a la familia presente en el Salón de Pasos Perdidos. Así, pasaron frente al féretro varios exministros de la UCD como José Pedro Pérez Llorca, que también fue uno los padres de la Constitución; Federico Mayor Zaragoza; y Soledad Becerril, actual Defensora del Pueblo. También se presentaron a la capilla ardiente los expresidente del Congreso Fernando Álvarez de Mirada y Landelino Lavilla, así como Miguel Herrero de Miñón, otro de los siete padres de la Carta Magna, y Manuel Núñez, exministro y expresidente del Tribunal de Cuentas.
El arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, -que será quien oficie el funeral de Estado previsto en la Catedral de la Almudena el próximo lunes- dedicó una oración a Adolfo Suárez, tras dar el pésame a la familia. Entonó salmos por el alma de Suárez, una pérdida, dijo, "que llena de dolor nuestros corazones".
En el Boe. El Rey impuso al expresidente del Gobiernoel collar de la Real y Distinguida Orden España de Carlos III como muestra de su "real aprecio", según se recoge en el decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). "Queriendo dar una muestra de Mi Real aprecio al excelentísimo señor don Adolfo Suárez González, presidente del Gobierno y duque de Suárez, a propuesta del presidente del Gobierno y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 24 de marzo de 2014, vengo en concederle, a título póstumo, el Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III", recoge textualmente el BOE. El Consejo de Ministros se reunió ayer este lunes de manera extraordinaria para aprobar la concesión de este galardón a Suárez, la primera y más alta condecoración civil que se otorga en España.
Tras colocar el collar, rindió honores inclinando su cabeza ante el ataúd. Después se acercó Adolfo Suárez Illana, hijo mayor del presidente fallecido, para hacerle entrega personalmente de la caja con las insignias de la condecoración y darle un abrazo.
Adiós de la cibeles. El expresidente del Gobierno será despedido hoy en Madrid con honores militares en un cortejo que trasladará su féretro desde el Congreso de los Diputados hasta la Plaza de Cibeles. Los servicios de protocolo del Estado decidieron ampliar el itinerario del cortejo debido a la gran afluencia de público que pasó ayer por la capilla ardiente instalada en el Congreso. Si los planes iniciales establecían que el cortejo terminaría en la Plaza de Neptuno -como se hizo con Leopoldo Calvo Sotelo-, ahora el recorrido se prolongará hasta Cibeles "para facilitar que todos los ciudadanos que así lo deseen puedan rendirle su homenaje", explica Moncloa.
Un piquete de honor portará el ataúd hasta el final de las escaleras de la Puerta de los Leones, donde el presidente del Gobierno, acompañado por los presidentes del Congreso y del Senado, presidirá los honores militares, con arma presentada e Himno Nacional. A continuación, el féretro será depositado sobre un armón de artillería y, seguido a pie por la familia y las autoridades, será conducido por la plaza de Cánovas del Castillo y el paseo del Prado, hasta llegar a la plaza de Cibeles.
Después de una despedida del duelo con toque de oración, descarga de fusilería de la Guardia de Honor y desfile ante el féretro, este será introducido en un furgón que lo transportará hasta la Catedral de Ávila, donde los restos mortales del ex presidente Suárez recibirán sepultura.