La marcha de Cebrián "no se toca"
Promitentes de Nuestro Padre Jesús recaban firmas para que la única marcha que suene detrás de El Abuelo sea la que le dedicó Cebrián. La cofradía, por su parte, apuesta por mantener la tradición pero se muestra sensible a las peticiones de los costaleros más "innovadores".

La polémica está servida. Promitentes de El Abuelo recaban firmas para desterrar la posibilidad de que el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno se meza al compás de cualquier marcha que no sea la que el músico Emilio Cebrián dedicó al Señor de los descalzos allá por 1935.
Las redes sociales y los teléfonos móviles amplifican lo que, en principio, parecía un asunto interno que, al final, ha trascendido hasta el punto de promover una "campaña" en favor de la tradicional partitura y en detrimento de otras. Sergio Hernández y Rubén Castillo -costaleros en activo- y tres "jubilados" -Rafael Huertas, Manuel de la Torre y Pedro Hernández-, encabezan la acción reivindicativa. Ayer se dirigieron al Ayuntamiento para dar a conocer su intención al alcalde, José Enrique Fernández de Moya, que no pudo recibirlos por encontrarse ausente. "No se puede pisotear el fervor de los jaeneros", afirman. Y añaden: "Si el hermano mayor no se pronuncia claramente, en la procesión puede haber problemas entre los costaleros". Reclaman, en definitiva, que la junta de gobierno aborte cualquier opción de que suene marcha alguna que no sea la que ofreció a la imagen el compositor hace ya casi ochenta años.
Por su parte, la hermandad expresa su sorpresa ante la reacción de los promitentes. En declaraciones a Diario JAEN, Francisco Manuel Gutiérrez, hermano mayor de la cofradía, manifiesta su apoyo a la tradición aunque se muestra sensible, eso sí, a las peticiones de otros costaleros a los que les gustaría escuchar más variedad de composiciones durante la procesión del Viernes Santo. "Si se toca otra marcha, será la que los diferentes turnos soliciten", asegura Gutiérrez.
Ambas partes tienen en sus manos que la anhelada comitiva, que no completa su itinerario desde 2010, por la lluvia, no sea un tachón en el libro de la historia sentimental jiennense.