La "magia" de lo sonoro
La música es una necesidad. El ser humano necesita crearla, interpretarla, oírla. La humanidad, desde su origen, la busca en cualquier objeto.
Bajo estas premisas el músico vallisoletano Paco Díaz inicia un concierto didáctico para escolares, una exposición apasionada en la que, ayudado por medio centenar de instrumentos ibéricos —desde unos huesos a una guitarra o una gaita—, descubre un mundo sonoro nuevo a sus jóvenes oyentes. Dos sesiones, una matinal con niños de los colegios Santa Capilla de San Andrés y San Vicente de Paúl y otra vespertina, lo trajeron a Jaén, a la capilla del Palacio de Villardompardo. A él y a su particular museo de la sonoridad.
Flautas hechas con un hueso, dos cucharas de madera, una pajita de centeno a un oboe. Tienen todos en común que son instrumentos ibéricos, procedentes de toda la península y también el tercio sur de Francia, un “todo” para este músico, de los más diversos materiales y naturalezas. “A los niños siempre lo que más les llama la atención es lo más simple”, mantiene Díez. Y para comprobarlo solo había que verlos, boquiabiertos, al escuchar cómo dos fragmentos de huesos, al golpearse entre sí, no tenían nada que envidiar a unas castañuelas.
“La música también es vida. Ningún ser humano es capaz de pasar un solo día sin tararear una canción en su interior, aunque no sea apto para reproducirla”, dice. Y, por ello, invitó a los menores a apagar esos aparatos que matan la imaginación y la creatividad, videoconsolas, ordenadores, móviles y la televisión, para escuchar, jugar con lo más sencillo y descubrir.
“Por la cultura se llega al entendimiento, y con el entendimiento se puede llegar a la rebeldía. Entonces, este tipo de cuestiones que hacen crecer culturalmente no interesan”, critica en cuanto al “erradicamiento” de la música como materia obligatoria en las aulas. Sin duda, más de uno de los escolares se fue a casa con ganas de seguir descubriendo música.
Paco Díez, apasionado de los Instrumentos tradicionales de España y Portugal, cuenta en Mucientes (Valladolid) con el único museo de iniciativa privada que alberga más de 450 piezas de ambos países.