La magia de Linarejos facilita la clasificación
El empate a cero en el partido vuelta ante el Terrasa permitió al Linares Deportivo pasar de ronda en la lucha por el ansiado ascenso a Segunda División B. El encuentro, no exento de sufrimiento, fue un premio para dos conjuntos que buscaron desde el comienzo la portería contraria. Pese a no haber oportunidades claras de gol, sí hubo intensidad y emoción en el marcador, hasta tal punto que el Terrassa, en el último suspiro, pudo igualar la eliminatoria, pero el disparo fue repelido por el poste. Fue un partido sin ocasiones y de mucho trabajo defensivo, en el que los azulillos demostraron ser superiores.
La primera parte se desarrolló sin apenas acercamientos de peligro. El Linares Deportivo demostró, una vez más, que es un bloque sólido, sin fisuras y con una pareja de centrales (Chico y Rosales) que maneja a la perfección los tiempos del partido.
El Terrassa, por su parte, trató de manejar la pelota, pero sin opciones claras, ya que su mejor hombre, Batanero, estuvo cubierto en todo momento por Carles y Vicente, que impidieron cualquier aproximación con la pelota controlada. El poco peligro que se creaba fue en jugadas a balón parado, ya fuera por faltas laterales o saques de esquina. Tanto es así que una de las mejores ocasiones del partido la tuvo el Linares Deportivo en un córner en el que Rafa Payán no acertó con la portería rival.
El encuentro entró, con el paso de los minutos, en momentos de imprecisiones y ninguno de los dos conjuntos lograba hilvanar jugadas. El Linares Deportivo dejó pasar los minutos en busca del oxígeno dentro del vestuario.
Tras la reanudación, el Terrassa, sabedor de que no le valía el empate a cero, adelantó líneas. Miki Carrillo, entrenador visitante, ordenó a sus hombres que atacaran sin piedad, lo que posibilitó unos espacios que el Linares, sin embargo, no supo aprovechar.
La entrada de Corbacho dio más verticalidad al equipo de Torres, pero no se reflejó en ocasiones de gol. El Linares jugó con el reloj y aprovechó la experiencia de sus hombres para contemporizar el duelo. El conjunto visitante no renunció en ningún momento a su propósito de pasar la eliminatoria, y el cambio de Isaac por Jaime era una muestra de que Miki Carrillo no se quería ir de Linarejos sin morir en el intento. El choque entró en una fase descontrolada, en la que en cualquier momento podía caer el gol de un lado o de otro. Si bien es cierto que los catalanes gozaron de las mejores oportunidades en el último tramo del partido, en el que se volcaron al ataque en busca del tanto que les permitiera prolongar la eliminatoria. Pero si hay algo que caracteriza al Linares es la fortaleza defensiva, en la que la solidaridad de los compañeros permite llegar a los últimos minutos con una confianza plena. Su experiencia en este tipo de competiciones es clave, como así demostraron sobre el césped de Linarejos.
El Linares Deportivo dejó pasar los minutos, aprovechó el empuje de la afición, dio la sensación de equipo superior y supo gestionar la ansiedad de un salto de categoría que todo el mundo anhela. Y eso que el tramo final fue frenético, con un Terrassa volcado en la portería defendida por Lopito.
El éxtasis llegó en el momento en que el colegiado Ruipérez Marín pitó el final del partido. En ese instante, la afición celebró con júbilo el pase a la segunda eliminatoria de ascenso a Segunda B. La hermandad entre los seguidores fue total. La vencedora, la azulilla, se fue hacia el lugar que ocupaba, en el fondo norte, el medio centenar de seguidores egarenses, que respondieron con aplausos.
El Linares Deportivo está pendiente hoy, a partir de las cinco menos cuarto de la tarde, del sorteo de la segunda eliminatoria de la promoción, en la que queda encuadrado con los segundos, terceros y cuartos que continúan en la competición. Al igual que en esta ronda, el equipo de Torres contará con el factor campo a favor y con una afición volcada con sus colores, que volverá a movilizarse para apoyar a su equipo y para recuperar el prestigio y la categoría que les corresponde por historia.