La luz del futuro ya está en Jaén

María José Ortega/Jaén
La iluminación con LED se impone: es la luz del futuro. Consumen un 92% menos que las bombillas incandescentes, no producen calor ni emiten infrarrojos. La ciudad apaga, poco a poco, las antiguas 'lámparas de Edison' y se suma a la tecnología de los diodos.

    07 nov 2011 / 10:32 H.

    Si Jaén diera el paso se conseguiría ahorrar hasta un 70% en alumbrado público. Solo tendría que decir sí a la incorporación de la luz LED en sus calles. Este tipo de tecnología es actualmente la mejor alternativa en el mundo de la iluminación. No produce calor, no emite infrarrojos, tiene una vida útil de hasta 25.000 horas (frente a las 7.000 y 12.000 horas de las bombillas de “bajo consumo”) y, sobre todo, su ahorro energético es de hasta un 70%. Además, si se aplicara al alumbrado de la ciudad, eliminaría el cableado en el control, informaría del consumo en tiempo real y se podría tratar y regular, de manera independiente, cada punto de iluminación.
    Por sus ventajas, los LED se imponen al resto de alternativas lumínicas, incluso comienzan a amenazar a las ya asentadas lámparas de “bajo consumo”. Según los  proveedores del sector, a partir de 2015 se espera que el alumbrado público se cambie por las LED. “En las convenciones a las que asisto, los fabricantes explican que dentro de tres años, las de “bajo consumo” desaparecerán progresivamente, ya que, entre otros motivos, el gas que desprenden al romperse es perjudicial para la salud. Nos impondrán las LED, lo mismo que ocurrió con las fluorescentes”, reconoce Rafael Díaz, un lamparero de la capital. “Lo que le pido al público es que vaya a tiendas profesionales, porque se ahorrarán mucho dinero en sus recibos. Yo tengo mi casa iluminada con LED y ahora pago entre unos 17 y 20 euros menos en la factura de la luz todos los meses”, explica.
    instalación. Si las ventajas son evidentes, ¿por qué no se aplica de manera inmediata este tipo de tecnología? El material es aún demasiado caro. No obstante, los empresarios aseguran que las bombillas “se pagan solas” y a corto plazo. “El Ayuntamiento no da ni un solo duro, sino que con el ahorro que tendría en el recibo de la luz pagaría la instalación y, encima, le sobraría dinero que se podría invertir en otras áreas”, asegura Rafael Mariscal, un empresario jiennense. “ La verdad es que la bombilla en sí es más cara, aunque me imagino que el precio de las LED bajará con el tiempo. No obstante, hay que tener en cuenta que su duración es mayor y que el ahorro energético es una realidad”, aclara. El desembolso económico inicial es lo que asusta a muchos comerciantes interesados en incorporar a sus negocios esta luz del futuro. Algo comprensible en tiempos de crisis. A pesar de todo, en la capital existen calles, como San Clemente, y varios locales, como pub, bares y comercios iluminados por completo con diodos.
    La ciudad se suma, sin prisa pero sin pausa, al cambio. Las luces incandescentes se apagan poco a poco. De hecho, la potencia de 60 vatios fue la última de este tipo de lámpara que se “fundió” para siempre. Ahora, las de “bajo consumo” esperan su fin, una “muerte” lenta pero que, afirman, será segura. Los LED prometen.