La luz de la fe

Desde Jaén. La encíclica “Lumen fidei”, “La Luz de la fe”, es una carta que combina teología y temas de actualidad, lleva el sello personal de dos papas, Benedicto XVI y Francisco. Es un texto de gran optimismo y esperanza, invita a dejar que la fe “ilumine toda la existencia de las personas”. Dice que “la fe hace fuertes los lazos entre los hombres” y que está “al servicio concreto de la justicia, el derecho y la paz”. Porque “la fe en Jesucristo es un bien para el hombre, un bien para todos, un bien común, un don gratuito de Dios que exige la humildad y el valor de fiarse y confiarse, para poder ver el camino luminoso del encuentro entre Dios y los hombres”.

    18 ago 2013 / 09:08 H.

    El Papa explica que, como en la vida diaria, confiamos en “la gente que sabe las cosas mejor que nosotros” —el arquitecto, el farmacéutico, el abogado—, también en la fe necesitamos a alguien que sea fiable y experto en “las cosas de Dios” y Jesús es “aquel que nos explica a Dios.” Subraya el vínculo entre fe y amor, entendido no como “un sentimiento que va y viene”. Por eso “amor y verdad no se pueden separar”, porque “sólo el verdadero amor resiste la prueba del tiempo y se convierte en fuente de conocimiento”. También se refiere en ella a la forma de cuidar y respetar la naturaleza; de la necesidad del perdón, para superar los conflictos; de la aceptación del sufrimiento y la muerte, que sin poder eliminarse, se pueden afrontar con la serenidad y confianza de la fe. Porque “al tratarse de una luz, la fe nos invita a adentrarnos en ella, a explorar cada vez más los horizontes que ilumina, para conocer mejor lo que amamos”.
    Plácido Cabrera Ibáñez