La lucha de una madre por un comedor para sus hijos

Como muchos padres y madres, Florentina Martínez sabe que conciliar el trabajo con la vida familiar está más cercano a los superpoderes de un héroe que al modelo al que la Administración aspira y promueve entre la población.

08 jul 2015 / 10:03 H.

Con dos hijos de 4 y 5 años, esta mujer no ha logrado que sus niños cuenten con una plaza en el comedor del colegio Gloria Fuertes para el próximo curso. Es la segunda vez que se queda fuera y esta temporada se presenta más dura que la recién terminada. “Mi hijo fue usuario en los cursos 2012/2013 y 2013/2014. Pero el año pasado no pudieron entrar ninguno de los dos porque mi marido estaba en paro; sin embargo, en unos meses consiguió trabajo.

Al no poder contar con su padre para recoger a los niños, mi trabajo, al ser autónoma, se encuentra mermado, más si cabe cuando salgo a las tres de la tarde los días que tengo que ir al Ayuntamiento de Albanchez”, cuenta Martínez, que matiza que, al ser de Torreblascopedro, no cuentan con familiares en Jaén que puedan recoger a sus pequeños. Además, viven en la urbanización Las Cumbres, en la antigua carretera de Granada. “Entre los dos [ella misma y su esposo] pedimos favores durante el año pasado para llegar a tiempo a recoger a los niños, a los que tuvimos que dejar en el servicio de ludoteca”, añade.

Aunque es consciente de que las posibilidades son complicadas, la madre ha agotado todas las vías con las que cuenta para intentar que sus retoños puedan alargar la jornada en el colegio en el comedor escolar. Por eso, presentó una alegación en el centro, junto a las del resto de familias afectadas, cuya directora remitió a la Delegación de Educación. Sin embargo, al ser denegadas, Martínez volverá a insistir con un recurso de alzada. “Hay 82 niños en lista de espera. Mi niña está en el décimo octavo puesto y su hermano el vigesimoquinto”, explica.

Para Martínez, la explicación de este desajuste tan desmesurado en un colegio con 200 plazas de esta asistencia, que serán incrementadas a 209 el próximo curso, está en que el servicio no es proporcional a lo que ofrece en su conjunto el centro. “Se trata de un defecto de planificación del colegio”, argumenta la jiennense, para recordar que el desequilibrio aumentará ya que para septiembre se crearán dos aulas más, lo cual implica un incremento de escolares que no se compensa con las nueve plazas de comedor de más creadas. “En dos años han entrado cien niños más al centro”, aclara.