La lluvia riega el olivar y ayuda a los agricultores a producir aceite

E. Alonso/E. Calzado/Jaén
A Jaén le hacía falta que lloviera y no de cualquier manera. El campo se jugaba mucho porque tiene millones de euros 'colgados' de ramas de olivo. Si las nubes eran generosas, las aceitunas engordaban y mejoraba su calidad y producción en la almazara. Las nubes dejaron agua. Se esperaba más, pero sirve.

    28 oct 2011 / 09:45 H.

    Ha sido como darle un vaso de agua a una persona que llega cargada y lleva 52 días sin beber. Cada olivo tiene alrededor de 50 kilos de aceitunas en sus ramas y necesitaba saciar su sed. El árbol pedía agua para tener fuerza —lo primero— y engordar sus aceitunas, que están en pleno proceso de lipogénesis —formación de aceite de oliva—. Las nubes, ayer, mojaron las ramas de los 60 millones de olivos que hay en Jaén, pero la mayoría de los olivareros esperaba algo más. Se pronosticaban 60 litros por metro cuadrado, pero hubo menos. A las diez de la noche, habían caído 31 en El Condado y casi 20 en La Loma.
    El lunes también llovió. Las previsiones meteorológicas apuntaban, también, a 60 litros por metro cuadrado, pero las nubes solo soltaron un tercio de lo que se esperaba. El olivar de regadío está salvado. En sus fincas solo hace falta abrir el grifo en una campaña normal y con recursos suficientes. En cambio, el de secano tenía el fruto muy arrugado, por lo que clamaba al cielo para que enviara nubes que lo regaran. Ayer y el lunes, se atendieron sus súplicas, pero el riego fue más “por goteo” que por “inundación”, tal y como se esperaba en algunas previsiones realizadas —hablaban de 15 litros por metro cuadrado en una hora—. Tampoco hacía falta que cayera tanta agua.
    Sin duda, el campo está mejor que el lunes. Hacía 52 días que no llovía, por lo que estos 48 litros por metro cuadrado —media provincial estimada— mejorarán el fruto y ayudarán a formar aceite. No obstante, si hubiera caído más agua, habría sido óptimo. Mejor esto que nada, pero el campo pedía más. De hecho, el propio Primer Aforo Oficial de Aceite de Oliva señala que las 580.000 toneladas estaban supeditadas a que lloviera.
    Además, el agua se necesita ahora. Si cae a mediados de noviembre, ya no ayuda tanto a la cosecha como en septiembre y comienzos de octubre. El riesgo previsto por la Agencia Estatal del Meteorología, tanto para el lunes como para ayer, cuando estaba activada la  alerta amarilla, fue menor. La realidad rompió todos los pronósticos y no llovió tanto como se esperaba. Entre los dos días, la provincia registró una media de 48 litros por metro cuadrado —según los datos del Saih del Guadalquivir y de los observatorios de www.meteoclimatic.com—, lejos de los 60 pronosticados para un solo día.
    Sin embargo, sí causó incidentes pero de poca envergadura. Según el Servicio de Emergencias 112, en la jornada de ayer varias cocheras de la calle Huelma, de Bailén, sufrieron anegaciones. Además, en Andújar se produjeron grandes balsas de agua en la calle Alameda, según alertaron los vecinos.
    rachas de viento. El viento volvió a ser el protagonista en la capital. Como ya pasó a principios de semana, fuertes rachas de viento sacudieron la ciudad y causaron varios incidentes. Y es que más de uno se desveló en plena noche —madrugada del miércoles al jueves— cuando el aire movió contenedores y arrastró los objetos de poco peso que encontró en su camino. Según la Agencia Estatal de Meteorología, las ráfagas fueron cercanas a los 90 kilómetros por hora, la segunda racha más fuerte de Andalucía. El lunes esta cifra se quedó en los 83 y causó media docena de incidentes.
    Por la mañana el viento ya había amainado y llegó el momento de recoger. Los Bomberos tuvieron una ardua tarea. Así, se produjeron problemas por caídas de ramas en varios puntos de la capital como, por ejemplo, la carretera de El Neveral, la Avenida Arjona o el Paseo de la Estación. También se encontraron con varios contenedores desplazados. Sin embargo, lo más significativo fueron los desperfectos sufridos por  algunos de los toldos instalados en la calle San Clemente. Y, como dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos, el PSOE exigió al actual equipo de Gobierno que desmonte estas lonas ya que, en principio, desde que se acabó el verano deberían estar desinstaladas. De hecho, tal y como anuncia en un comunicado, el Grupo Socialista presentará un escrito en el Registro para que la Concejalía de Mantenimiento Urbano lleve a cabo el desmontaje.
    La capital se escapa con apenas diez litros caídos
    jaén n A pesar de que la lluvia  fue intensa en varios puntos de la provincia, en la capital jiennense se dejó notar de manera intermitente. Según los datos recogidos por el observatorio de la Universidad de Jaén, solo cayeron siete litros por metro cuadrado. Sin embargo, las estaciones que el portal meteoclimatic.com tiene en el Bulevar y en la Catedral contabilizaron cerca de diez. Estos datos están lejos de los veinte previstos por la Agencia Estatal de Meteorología.