La lluvia, invitada inesperada en la tarde de Lunes Santo
Un buen susto es lo que dio un chaparrón primaveral a las cofradías que desfilaban en la tarde del Lunes Santo cuando desarrollaban su recorrido con total normalidad y brillantez. El agua llegó cuando la Cofradía del Cristo de las Misericordias y María Santísima de Las Lágrimas, que había salido unas horas antes de La Merced, recorría las calles del barrio de San Ildefonso y la Cofradía de Jesús Despojado de sus Vestiduras y María de Santísima de la Amargura alcanzaba Roldán y Marín como puerta de entrada a la carrera oficial.
Un buen susto es lo que dio un chaparrón primaveral a las cofradías que desfilaban en la tarde del Lunes Santo cuando desarrollaban su recorrido con total normalidad y brillantez. El agua llegó cuando la Cofradía del Cristo de las Misericordias y María Santísima de Las Lágrimas, que había salido unas horas antes de La Merced, recorría las calles del barrio de San Ildefonso y la Cofradía de Jesús Despojado de sus Vestiduras y María de Santísima de la Amargura alcanzaba Roldán y Marín como puerta de entrada a la carrera oficial. Por unos momentos, la inquietud y el desasosiego hizo que los cofrades de ambas hermandades se “vinieran abajo”, pero el rápido paso del aguarrón, permitió que se rehicieran de nuevo los dos desfiles y que, aunque con un paso más ligero, continuarán su paso por la tribuna oficial. La tarde del Lunes Santo comenzaba con gran esplendor y con Jaén entero concentrado en dos barrios, La Merced y Los Goya, para disfrutar de dos hermandades que cuentan con gran fervor entre los jiennenses. Irene Bueno/Jaén