La lección de las europeas en el ecuador de la legislatura
De todo se aprende y de unas elecciones, aunque sea al Parlamento europeo, está claro que también. Los partidos políticos lo saben y lo asumen, pero de puertas para adentro. De cara a la sociedad, la mayoría no se cansa de repetir hasta la saciedad que los resultados del 7-J no son, en absoluto, extrapolables a unas hipotéticas municipales o generales si se convocaran en este mismo escenario social.
En el caso de la provincia de Jaén, es evidente que sigue siendo fiel a los socialistas, con una victoria clara en noventa y uno de los noventa y siete municipios jiennenses. Especialmente significativo es que entre las ciudades en las que no ha obtenido la mayoría de votos se encuentre la propia capital, un dato que a buen seguro se encarga de analizar en voz alta la alcaldesa en la comparencia pública que tiene prevista para hoy. Igual que los populares, que también han aplazado hasta hoy martes su visión de futuro en función de estas europeas. En cualquier caso, es evidente que las lecturas tienen que ser diferentes en función de si se trata de la provincia en su conjunto o no. En la capital, el PP fue el partido más votado, con casi un cincuenta por ciento, mientras que el PSOE se quedó en poco más de un cuarenta por ciento. Desde IU la valoración es positiva, porque sólo ha perdido algo más de setecientos votos respecto a 2004, pero no hay que despreciar el elocuente dato de que en la capital han sido desbancados como tercera fuerza política por UPyD, un partido que a la luz de estos resultados se plantea presentarse en las próximas municipales.
Con sus lógicas y, menudo, contradictorias interpretaciones, es especialmente significativo que el alto nivel de abstención debe hacer reflexionar a los partidos políticos sobre qué falla a la hora de incentivar al electorado, porque semejantes porcentajes restan en cierta forma fuerza moral a quienes salen vencedores en las urnas.