“La Labradora” celebra su día

Como cada año, los martes de Pascua tienen una protagonista indiscutible en Martos. La Virgen de la Villa festejó su día grande junto a todos los marteños.

08 abr 2015 / 11:04 H.

Desde el pasado Domingo de Resurrección, la cofradía comenzó a rendirle homenaje, con la celebración del primer triduo, un oficio que se repitió el Lunes de Pascua y, ayer mismo, antes de la procesión. También hubo un espectáculo de fuegos artificiales y música, desde la Fuente Nueva. El montaje, que corrió a cargo de Pirotecnia Sánchez, fue muy aplaudido por la gran cantidad de público reunido. Esta misma empresa iluminó la fachada del Santuario de la Virgen de la Villa con un juego de luces.
La jornada de ayer comenzó en el templo, lugar en el que se celebró una multitudinaria misa en honor de la Virgen de la Villa. La liturgia estuvo presidida por José López Chica y concelebrada por el resto de párrocos de la ciudad. También estuvieron presentes el alcalde, Francisco Delgado, junto a otros miembros de la Corporación Municipal marteña, en representación de los ciudadanos. La Cofradía de María Santísima de la Villa de Madrid, hermana de la marteña, asistió a la ceremonia para celebrar con los marteños, en este importante día de conmemoración, la festividad de la conocida popularmente entre sus fieles como “La Labradora”.
El presidente de la Cofradía de Martos, Fidel Díaz, que juró de nuevo el cargo el pasado domingo, reconoció la importancia de la fiesta religiosa y la efusividad con la que la reciben todos los marteños a la Virgen. Los hermanos mayores, Rafael López y su esposa Mercedes Galán vivieron con especial emoción el día, ya que afrontan la recta final al despedirse de este importante y ansiado cargo. A mediodía, se realizó una comida con el propósito de celebrar la asamblea general ordinaria de hermanos, en la que se abordaron cuestiones como el estado de cuentas de este colectivo marteño.
Alrededor de las ocho de la tarde, después de rezar el rosario, la Virgen de la Villa comenzó su desfile por las calles de Martos. Como este año termina en cinco,  la Labradora realizó el recorrido largo, que consistió en tomar la calle de la Fuente en lugar de la calle Real, para encontrarse con la parroquia de San Amador y Santa Ana. Bajo un cielo cubierto de nubes, cerca de un centenar de marteños alumbraron con cirios el desfile de la Virgen de la Villa, que lució radiante un año más. Los vecinos gritaron decenas de vítores en su honor, coreados por los costaleros.    
La presencia de devotos en las calles fue multitudinaria, a pesar de no tratarse de un día festivo. Las jornadas no laborables se reservarán, este año, para las festividades de San Amador y Santa Ana. Este hecho no restó ni un ápice de vistosidad a la procesión, ni tampoco presencia de fieles.