La juventud de Fortuna Zegergish ilumina Jaén
José R. Casado / Jaén
La juventud de Fortuna Zegergish privó anoche a Marta Domínguez de lograr un hito histórico en la XXVI Carrera Urbana de San Antón. La eritrea se impuso con suficiencia y evitó el cuarto éxito de la palentina. En hombres, Isaak Shimatu rubricó el dominio africano con un emocionante triunfo al sprint.
La juventud de Fortuna Zegergish privó anoche a Marta Domínguez de lograr un hito histórico en la XXVI Carrera Urbana de San Antón. La eritrea se impuso con suficiencia y evitó el cuarto éxito de la palentina. En hombres, Isaak Shimatu rubricó el dominio africano con un emocionante triunfo al sprint.
Los miles de aficionados ansiaban contemplar la figura de Marta Domínguez cuando las siluetas de las participantes empezaron a intuirse en el horizonte de un Gran Eje que simulaba un mar de antorchas. La razón tenía justificación. Jaén tenía reservada una cita con la historia a la palentina, que aspiraba a convertirse en la primera atleta en lucir cuatro coronas en la nocturna jiennense, tras sus triunfos en 2004, 2006 y 2008. Pero no fue la peculiar cinta sobre el fino cabello rubio lo que divisaron en la recta final, sino una atleta cuya zancada recordaba a un antílope. Fortuna Zegergish, una de las revelaciones de la temporada, enfiló los últimos metros en solitario, con un ritmo frenético y una suficiencia impropia de su juventud. La joven eritrea cruzó la línea de meta con una marca de 31:55 y obtuvo una ventaja de treinta y ocho segundos con respecto a Domínguez, que tuvo problemas para clasificarse segunda. La española, en un ejercicio que combinó veteranía y picardía, superó en el esprint final a la también eritrea Meraf Batha, cuyo despiste sólo se explica por el hechizo que causa la magia de la San Antón. La española Rosa Morató y la keniana Eunice Jepkorir, subcampeona olímpica de 3.000 metros obstáculos en los Juegos Olímpicos de Pekín, completaron el cuadro de honor en la categoría femenina.
En hombres, el eritreo Isaak Shibatu rompió los pronósticos que situaban a Yonas Kifle como principal opositor al triunfo y le arrebató la gloria en un emocionante sprint final. No obstante, el campeón de la pasada edición formó parte del terceto de elegidos durante la mayor parte del recorrido, junto con sus compatriotas Abdallah y Shibatu. Los tres africanos demostraron su poderío desde la salida. Imprimieron un ritmo infernal que, a la altura de El Corte Inglés, empezó a causar los primeros estragos en el grupo principal. Entre los descolgados, los españoles José Ríos y Francisco Javier Lara, que optaron por mantener su cadencia en vistas a la imposibilidad de combatir la potencia africana. De hecho, en la última parte del trazado, los tres eritreos corrían en solitario con un margen suficiente de ventaja para jugarse el triunfo entre compatriotas. De los tres, el más fuerte resultó ser Isaak Shimatu, que metió la sexta marcha en el momento clave para ganar unos metros y superar, por apenas un destello, a Ali Abdallah y Yonas Kifle, en uno de los esprints más ajustados de la prueba jiennense. El vencedor completó el recorrido en un tiempo final de 27:27. José Ríos, vencedor en 2006, fue el primer español en seguir el rastro de las panteras africanas con su cuarta posición. Al final, la organización otorgó los honores de campeones a Fortuna Zegergish e Isaas Shamatu, dos estrellas que brillaron junto con otras más de seis mil que inundaron de luz y magia una noche inolvidable e histórica para el deporte jiennense.