La Justicia deja sin indemnización a los padres de la niña de Segura

Fue el 1 de julio de 2002. Esa tarde, la pequeña Laura, que entonces tenía nueve años, cayó en una de las empinadas calles de su pueblo, Segura de la Sierra. Sufrió varias heridas y contusiones por diversas partes de su cuerpo. Sus padres la llevaron al Hospital de Úbeda. Allí, los médicos ratificaron que las lesiones podían haber estado ocasionadas por un episodio de malos tratos. El mismo diagnóstico fue ratificado poco después por el Hospital Reina Sofía de Córdoba. Así que la Junta decidió retirar la custodia de la niña a sus padres. Declaró a la menor en desamparo y la llevó a un centro en La Carolina. Al mismo tiempo, el Juzgado de Villacarrillo abrió diligencias contra ellos como presuntos autores de un delito de malos tratos. La madre, incluso, llegó a pasar una noche en un calabozo de la Comisaría de Córdoba.
La pequeña estuvo ingresada casi dos meses. Finalmente, se demostró, a través de diversos informes médicos y psicológicos, que no fue maltratada y que las heridas que sufría se debían a una caída. Así que la niña fue devuelta a sus progenitores.
La familia emprendió entonces un pleito para intentar conseguir una compensación por los “daños morales” ocasionados por aquel error. Primero, pidieron responsabilidades a la propia Junta de Andalucía, que se opuso a la pretensión. En 2003, presentaron una reclamación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Tras ocho años de espera, la Justicia les ha negado cualquier indemnización. “Respetamos la decisión, pero, desde luego, no la compartimos. Pensamos que es totalmente injusta”, asegura Tomás Manuel Rodero, uno de los abogados de la familia. El otro, Francisco Herrera, explica que han decidido no presentar recurso ante el Supremo: “Corremos el riesgo de que nos obliguen a pagar las costas de todo el procedimiento y la factura podría ser terrible para estos padres”, añade.
La sentencia del TSJA establece que la actuación de la Junta de Andalucía fue correcta al retirar la custodia de la pequeña Laura a sus padres: “Los informes médicos hacían sospechar de la existencia de malos tratos”, razona la resolución, al tiempo que asegura que la decisión se adoptó “por el bien” de la niña. Igualmente, añade que la Administración tuteló a la niña “el tiempo imprescindible para el estudio y análisis del caso”.
La sentencia no ha valorado el dictamen elaborado por el Consejo Consultivo de Andalucía. Este órgano independiente, compuesto por prestigiosas figuras del Derecho, estimó que existía “una relación de causa efecto entre la retirada de la menor y los problemas psicológicos originados en el seno de la familia”. En este sentido, recomendó que los padres tendrían que ser compensados con 60.000 euros por los daños morales ocasionados. El TSJA tilda de “contradictorio” ese informe del Consejo Consultivo y reitera que la intervención de la Junta fue proporcionada y basada siempre en los partes médicos existentes.
La decisión de la Justicia ha caído como un jarro de agua fría en Francisco Herreros y Laura Galiano. “Están muy abatidos, sobre todo porque han estado casi nueve años luchando y esto ha sido como estrellarse contra un  muro”, explica su abogado Francisco Herrera. Laura,  “la niña de Segura”, ya es mayor de edad, aunque todavía vive con sus padres en el pueblo. Aún no ha olvidado los dos meses que estuvo separada de sus progenitores. Estuvo en tratamiento psicológico y se le diagnosticó estrés postraumático, aunque dejó de ir a la consulta.