La justa medida
Dicen que, en el término medio, está la virtud. Sin embargo, esclavos de emociones, con demasiada frecuencia esa virtud es un horizonte escurridizo, imposible de alcanzar. Quizá, tiene que ver que entre el blanco y el negro existe toda una gama de grises. Negarlo sería una estulticia y, sin hacerlo, sin mirar para otro lado y aprovechando las posibilidades tan infinitas como el Universo de esa complejidad del animal humano, Cesc Gay vuelve a acariciar el alma de los espectadores con Truman.
El apellido del trigésimo tercer presidente de Estados Unidos, nombre del loado escritor de A sangre fría y de Jim Carrey en el mejor papel protagonista de su filmografía es el nombre al que responde el boxer que está entre Julián (Ricardo Darín) y Tomás (Javier Cámara). Dos amigos que vuelven a reencontrarse por la enfermedad de uno de ellos y que protagonizan un relato audiovisual reposado, maduro, sin prejuicios, regado de ironía y humor negro en el que la importancia de los silencios comparte podio con la pericia interpretativa de Darín y Cámara. El argentino y el español derrochan feeling en Truman. Bordan los personajes que les asigna el cineasta catalán y ofrecen dos actuaciones de lujo, dignas de mención en toda escuela de actores que se precie, que, como tales, reconoció el jurado de la última edición del Festival de Cine de San Sebastián otorgándoles, ex aequo, la Concha de Plata al Mejor Actor.
Truman es un compendio de los lugares comunes que hacen reconocible cualquier creación del director de maravillas como En la ciudad (2003), Ficción (2006) o Una pistola en cada mano (2012). En ella están los actores fetiche de siempre (desde Cámara a Eduard Fernández y Darín, más recientemente). Pero también el parque, la librería, el rodaje en el interior de un coche, las conversaciones alrededor de una buena cena o de un almuerzo en un restaurante... Incluso, Cataluña, aunque la cinta esté rodada en Madrid. Y, por encima de todo, la calidad de los guiones. La profundidad de reflexiones que no alteran el ritmo de unos diálogos que no tienen nada que envidiar a los que salían de la pluma de Rafael Azcona son el distintivo de cada película de Cesc Gay. Un cineasta que crea personajes con el conocimiento del ser que comparten literatos y estudiosos de la psique y del comportamiento humano. Dándoles el volumen en el que se desdibuja la frontera, artificiosa, entre lo bueno y lo malo.
España. 2015. Título original: Truman. Dirección: Cesc Gay. Intérpretes: Ricardo Darín, Javier Cámara, Dolores Fonzi, Àlex Brendemühl, Eduard Fernández, Elvira Mínguez, Silvia Abascal. Producción: Coproducción España-Argentina; Imposible Films / BD Cine. Guión: Cesc Gay, Tomás Aragay. Fotografía: Andreu Rebés. Música: Nico Cota, Toti Soler. Género: Drama. Comedia. Duración: 108 minutos