La Junta revisará los objetivos de VPO si el crédito sigue bloqueado
Hace justo dos años, una macrofoto de familia puso el “broche de oro” a una ardua negociación entre la Administración autonómica, la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, las entidades financieras, los sindicatos y los empresarios.
El Pacto por la Vivienda nació en diciembre de 2007. El ambicioso acuerdo se selló con el objetivo de satisfacer la enorme necesidad de casas a precio asequible, sobre todo para jóvenes, en un momento en el que comprar un piso de renta libre era casi prohibitivo. Las partes se comprometieron a poner toda la carne en el asador para poder cumplir con los objetivos marcados: construir en una década 700.000 viviendas, 300.000 de ellas protegidas.
Pero la crisis irrumpió de golpe y el bloqueo del crédito está empañando los propósitos que se fijaron en esa hoja de ruta. El primer instrumento normativo para desarrollar el Pacto, el Plan Concertado de Vivienda y Suelo 2008-2012, también cierra ahora su segundo año de vigencia con luces y sombras. Luces porque la voluntad política para impulsar la VPO existe —aseguran las partes que negociaron el documento— y porque el principal obstáculo que arrastraba Andalucía para construir vivienda protegida, la escasez de suelo, ya no es un problema. Con las adaptaciones de los planeamientos a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) se ha conseguido terreno para 150.000 VPO. El elemento que impide avanzar al ritmo deseado es la falta de financiación, según admiten los firmantes del Pacto.
En este contexto, la Junta baraja ya la posibilidad de revisar sus objetivos en materia de vivienda protegida. El Pacto deja la puerta abierta a que transcurridos cinco años, en 2012, se puedan corregir siempre y cuando se haga en concertación y por unanimidad. Ese año expira el Plan Concertado, que de momento camina lastrado por el cierre del crédito. “2012 sería el momento oportuno para revisarlo. Hay que ver cómo evoluciona la crisis, pero contamos con la hipótesis de que los objetivos del plan no se cumplan. Si la financiación no fluye de manera adecuada habrá que replantear los objetivos”. Así de claro se expresó el director general de Vivienda, Rafael Pavón, en declaraciones a este periódico.
Pero no todas las partes implicadas están de acuerdo con esta postura. Los sindicatos rechazan que se revisen los objetivos del Pacto. “Incumplirlos no sería un fracaso, pero no podemos ir reduciendo metas”, sostiene Roberto Marín, secretario de Desarrollo Económico de UGT-A. “Los objetivos eran magníficos y hay que seguir manteniéndolos”, añade Juan Pérez, secretario de Política Institucional y Empleo de CC OO en Andalucía. Los empresarios coinciden con la Junta. “Si no se cumplen, es sensato volverlos a poner sobre la mesa”, opina Emilio Corbacho, secretario general de la patronal de los promotores.
En lo que sí están de acuerdo todas las partes es en que el Pacto por la Vivienda nació en el “momento oportuno”, porque nunca antes había habido tantas dificultades de acceso a un piso. La cifra de casas que se deberán construir en una década no surge al azar, sino que es fruto de un minucioso informe del Instituto de Estudios Sociales Avanzados sobre las necesidades de viviendas en Andalucía. Los sindicatos y la patronal culpan abiertamente a los bancos de obstaculizar el desarrollo del acuerdo y del Plan Concertado. Hace dos años, las entidades financieras comprometieron más de 9.500 millones en créditos para VPO y en noviembre de 2008 la Junta revalidó en un convenio con 33 bancos y cajas ese compromiso. Pero el dinero sigue sin fluir con normalidad.
Mónica Ureta / Sevilla