La Junta emitió un informe a favor del traslado de la orujera de Baeza
José Rodríguez Cámara/Jaén
Un informe de la Junta deja claro que hay ubicaciones posibles para la orujera de Baeza dentro del término municipal. Se trata de un área, de unas cien hectáreas, en el anejo de Puente del Obispo. Sin embargo, la empresa considera inviable la operación por el “alto precio” del terreno que precisa.
Un informe de la Junta deja claro que hay ubicaciones posibles para la orujera de Baeza dentro del término municipal. Se trata de un área, de unas cien hectáreas, en el anejo de Puente del Obispo. Sin embargo, la empresa considera inviable la operación por el “alto precio” del terreno que precisa.
Un informe, emitido por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el 25 de noviembre de 2010, deja claro que la orujera de Baeza se puede trasladar lejos de la fachada sur de la ciudad Patrimonio de la Humanidad. El documento, que remitió ayer la propia empresa a este periódico, aclara que el cambio de ubicación tendrá todas las bendiciones si se ocupan unos terrenos considerados aptos en la pedanía de Puente del Obispo, a más de diez kilómetros del casco urbano del municipio. La Administración autonómica realizó el estudio, a petición de la propia sociedad, a la que, sin embargo, pone una condición para la mudanza de las instalaciones: que la fábrica no afecte al “terreno forestal ni a la zona de hábitat de interés comunitario prioritario” que incluye esta área. También se avisa de que hay que respetar el cauce del río Torres y el hábitat que se encuentra en sus riberas.
Al recibir el documento, según explican en Oleícola Jaén, la firma que explota la orujera, se frustraron los planes que ya tenía en marcha el dueño de la compañía, Carlos Morillo. El portavoz de la empresa aclara que la aceitera ya había tanteado la compra de una parcela de monte bajo, más barata que la de olivar, un suelo que no era el adecuado según la Junta de Andalucía, por tratarse de un entorno con valor medioambiental. Ante ello, la empresa aludió a la imposibilidad de asumir un “traslado suicida”, por su elevado coste, como ya dijo Carlos Morillo en la rueda de prensa que organizó, el pasado jueves en un hotel de Baeza (Diario JAEN, 1 de abril, página 16).
Ante la constatación de que Oleícola Jaén no había adquirido la finca en el área delimitada para el traslado de la orujera, que ocupaba unas cien hectáreas del término municipal, el Ayuntamiento, como ya informó en su día (JAEN, 12 de enero de 2011, página 15) dio por terminado el compromiso alcanzado con el empresario para trasladar la fábrica, un acuerdo que establecía la desaparición de la industria de su actual ubicación en noviembre de este año. Fuentes municipales explicaron que, antes de que se cerrara la vía dialogada, el Gobierno local baezano había procurado el máximo posible de subvenciones para hacer menos gravoso el traslado a Oleícola Jaén. Esto supondría, según los cálculos de la propia sociedad, que, de haber seguido la hoja de ruta marcada por el Ayuntamiento, podría haber recibido unos tres millones de euros, la mitad de lo que consideran que cuesta el traslado. A día de hoy, la situación es muy distinta. La legislación sobre la ayudas a la industria agroalimentaria ha cambiado y, como máximo, proyectos como el que se pretende para trasladar la orujera solo recibirían el 20% de los fondos necesarios. El porcentaje está muy alejado del 70% que reclama la sociedad.
La situación de la orujera está, a día de hoy, en manos de la Justicia, el Ayuntamiento denunció al empresario, por falsedad documental, al descubrirse que no había comprado la finca para el traslado, y también está en los tribunales el funcionamiento sin licencia de parte de las instalaciones.