La juez llama otra vez a declarar al imputado por la desaparición

Nada se sabe de Tidiany Coulibaly desde hace justo 220 días. Este joven de Mali, de tan solo 22 años, fue visto por última vez el 17 de diciembre en Villacarrillo, donde se ganaba la vida recogiendo aceitunas junto a varios compatriotas. Tras varios meses de investigaciones, la Guardia Civil detuvo a un vecino del pueblo, acusado de estar detrás de la desaparición forzosa del temporero africano. Era el hijo del patrón de Tidiany Coulibaly. Fue el 8 de mayo. Tras tomarle declaración, la juez Antonia Torres, del Juzgado de Instrucción 1 de Villacarillo, lo dejó en libertad con cargos: detención ilegal (secuestro), contra los derechos de los trabajadores y desobediencia, tal y como avanzó Diario JAEN.

25 jul 2014 / 22:00 H.


Ahora, la magistrada quiere volver a interrogar al imputado. Su señoría ha recibido varios informes de la Guardia Civil. Los agentes de la Policía Judicial han avanzado notablemente en la investigación durante las últimas semanas, tal y como confirman fuentes del Instituto Armado. De hecho, dan el caso prácticamente por cerrado con la única e importante salvedad de que todavía no ha aparecido el cuerpo del temporero maliense. Es más, la juez acaba de levantar el secreto de sumario que pesaba sobre este proceso desde el principio.
Con los nuevos datos recabados por la Benemérita en la mano, su señoría quiere volver a escuchar al imputado. Lo ha citado a declarar a principios de la próxima semana, tal y como confirman fuentes judiciales cercanas al caso. Antes, la magistrada también ha llamado a varias personas, a las que interrogará en calidad de testigos.
Desde que un primo de Tidiany Coulibaly denunció su desaparición el 17 de diciembre, las pesquisas se centraron en el patrón y su entorno. ¿Por qué? Un familiar del desaparecido relató a los agentes que el temporero africano discutió con el jefe porque quería que le pagara una peonada fija, en lugar de un sueldo a destajo. La Guardia Civil comprobó que el hijo del empresario no tenía una coartada sólida para la hora aproximada en la que se le pierde la pista a Tidiany. Ese indicio, por separado, no era suficiente, pero dio a los investigadores una hipótesis de trabajo.
La primera pista fiable fue el hallazgo de unas orejeras que pertenecían a Tidiany en una finca de Villanueva del Arzobispo perteneciente al jefe. Esa prenda de ropa señaló el lugar donde pudo ser llevado el africano. Cuando la juez le preguntó al imputado si había estado en esa parcela el día de autos, el hombre lo negó y dijo que no se había movido de Villacarrillo. Sin embargo, el rastreo de la señal de su teléfono móvil lo situaba allí. El hijo del jefe tampoco supo explicar el paradero de un jersey a rayas con el que fue visto el día de la desaparición de Tidiany. Una batería de indicios que llevó a la juez del caso a ordenar su arresto y a imputarle tres delitos.
Desde entonces, comparece los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado. Y el lunes tendrá que acudir a declarar por segunda vez. Entonces, su señoría tendrá que adoptar una decisión.