La juez levanta el secreto del sumario del crimen del 'Monago'

La investigación por el conocido como 'crimen del Monago' ya no es confidencial. La juez que dirige la causa, Gregoria Díaz Bordallo, ha levantado el secreto de sumario que pesaba sobre el caso desde el 20 de septiembre, cuando se descubrió el cadáver de José Vizcaíno Muñoz en una cuneta y con la cabeza destrozada a golpes.

    12 ene 2012 / 16:10 H.


    Están a punto de cumplirse cuatro meses desde el macabro hallazgo. Varios empleados de naves  ubicadas en las cercanías del Camino de las Cruces encontraron el cuerpo sin vida de este conocido delincuente de la capital, con numerosos antecedentes penales. El olor era nauseabundo en la zona, porque José Vizcaíno lleva entre tres y cuatro días muerto, según dictaminaron los forenses, y el cadáver presentaba un avanzado estado de descomposición.
    Desde entonces, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) ha investigado para tratar de poner nombre al asesino o asesinos de José “El Monago”. Los primero que hicieron los agentes fue reconstruir lo que hizo la víctima en los días previos a su muerte. La última vez que se le vio con vida fue el viernes 16, cuatro días antes de que encontraran su cadáver. Los investigadores han interrogado a más de un centenar de personas, casi todas pertenecientes a ambientes marginales y miembros del lumpen. Llegaron a tener intervenidos varios teléfonos de personas consideras “sospechosas”. Delincuentes de poca monta muy cercanos al fallecido. Incluso, la Policía de Jaén recibió el apoyo de un equipo especializado que se desplazó desde Madrid y que regresa a Jaén cada cierto tiempo.
    Sin embargo, las pesquisas apenas han avanzado durante los últimos tres meses y medio. Ni tan siquiera se ha podido determinar con exactitud cuál fue el objeto con el que reventaron la cabeza a José Vizcaíno Muñoz. No está claro si el arma homicida fue un lavabo encontrado junto al cadáver y en el que no se han encontrado muestras biológicas. Tampoco había rastros evidentes en el cadáver ni en las ramas con las que taparon el cuerpo. Nada de nada.
    De hecho, a finales del año pasado, la juez Gregoria Díaz Bordallo ordenó el sobreseimiento provisional de la causa por falta de pruebas. Se trata de una práctica habitual del funcionamiento de los juzgados cuando no hay autor, según explican fuentes judiciales. Hace unas semanas, el caso fue reabierto. ¿Por qué? Quedaban por llegar varios informes forenses. Además, la Policía interrogó a más personas, nuevos testigos cercanos a la víctima, que dieron nuevos datos. Sin embargo, de momento, sus testimonios solo han conducido a callejones sin salida. Nada concluyente para avanzar en la investigación. La Policía ha solicitado a la juez la práctica de varias pruebas (la intervención de varios teléfonos) que, de momento, han sido denegadas por su señoría al considerar que no están justificadas. Por eso, y a no ser que se produzca un vuelco sorprendente, la causa está abocada al sobreseimiento judicial. Rafael abolafia / Jaén