La inútil rivalidad por el tranvía
La concesión de la construcción de los cinco trenes del tranvía de la capital a la firma francesa Alstom era un secreto a voces. Se conocía la existencia de desajustes económicos y técnicos desde diciembre y se sabía que la oferta presentada por la empresa con tentáculos en Linares, CAF-Santana, era mucho más cara que la competidora y que poco prometía en cuanto a plazos de entrega. Sin embargo, faltaba por hacer pública la decisión política. Y ya está hecha.
El Ayuntamiento de Jaén, responsable del proceso de adjudicación, se decanta por la compañía que más se ajusta a los requisitos exigidos en el pliego de condiciones. Pura transparencia. Pero detrás está la conducta política, un comportamiento nefasto y poco consecuente si se tienen en cuenta los antecedentes de una empresa asentada en Linares por empeño de la Junta de Andalucía. A ver cómo la alcaldesa consigue salir airosa, ahora, de un desaguisado que contribuirá a incrementar la inútil rivalidad localista entre dos ciudades llamadas a entenderse.