La industria aceitera ve 'preocupante' el peso de la marca blanca

La cuota de mercado de la marca blanca roza el 90% en el aceite de  girasol y se sitúa en torno al 70% en el aceite de oliva, una  situación que la industria califica de "bastante complicada y  preocupante", al verse 'minimizado' el papel de los fabricantes y de  los productores por la 'fuerza' de la distribución.

    15 nov 2011 / 17:47 H.

    El presidente de la Asociación Nacional de Industriales  Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) y  consejero delegado de Deoleo, Jaime Carbó, destacó en rueda de prensa  que la situación de "colaboración y conflicto" entre la marca del  fabricante y la del distribuidor es uno de los debates que sigue  encima de la mesa del sector para la nueva campaña 2011-2012.
    Carbó defendió que, con los precios actuales, no existe una gran  diferencia entre ambas enseñas, pero la crisis conlleva una tendencia  general a que la marca blanca sea la opción preferida y "el efecto  psicológico está ahí". En cualquier caso, sostuvo que el crecimiento  de estas marcas es ahora "menos fuerte" que en los últimos tres o  cuatro años. Preguntado acerca de si los envasadores prevén adoptar medidas  para evitar que el aceite de oliva sea utilizado como 'producto  gancho' por la distribución, señaló que un informe reciente de la  Comisión Nacional de la Competencia reconoce que "con cierta  frecuencia se produce venta a pérdida", por lo que "la autoridad  conoce el hecho; no se puede hacer nada".
    Por otro lado, el presidente de Anierac aseguró que el sector  atraviesa una "compresión de márgenes brutal". "Ni los productores ni  los envasadores están disfrutando de una buena situación por el  exceso de materia prima y la revolución que vive la distribución",  dijo Carbó, antes de advertir del riesgo que esta falta de  rentabilidad supone a medio y largo plazo para desarrollar nuevos  productos o financiar campañas de formación del consumidor. En este contexto, consideró que la concentración sectorial es una  "necesidad" que acabará ocurriendo para ganar fortaleza frente a una  distribución que está "ultraconcentrada". Carbó presentó el informe de Anierac correspondiente a la campaña  2010-2011, que pone de manifiesto que sus empresas asociadas pusieron  en el mercado un total de 704 millones de litros de aceite (-0,9%),  de los que 356 millones fueron de aceite de oliva y 348 millones del  resto, fundamentalmente de girasol.  En concreto, las ventas de aceite de oliva descendieron un 3%, con  descensos en oliva suave y virgen extra y crecimientos en intenso y  virgen, mientras que el aceite de girasol, por su parte, se mantiene  estable (+0,34%), a pesar de las subidas de precios del año pasado. El sector del aceite de oliva ha sufrido un "salto de escala" en  la tendencia de producción, según explicó el presidente de la  patronal, quien detalló que en las dos últimas campañas los niveles  han aumentado a 1,4 millones de toneladas, frente al millón anterior.