La importancia de los gestos

En política, como en todos los órdenes de la vida, los gestos son importantes y, aún más, saber interpretarlos. Estos últimos días, los que deja el nuevo alcalde, Javier Márquez, cuando todavía no se cumple una semana de su nuevo mandato al frente del Ayuntamiento, dan juego para deducir que, pese al continuismo que ya anunció respeto a su antecesor, su “modus operandi” se presenta diferente, al menos, de cara a la galería, en estos primeros días al frente del Gobierno municipal. De hecho, el primer acto público después de tomar posesión de la vara de mando fue visitar los trabajos que se realizaban en las zonas verdes del más que polémico sistema tranviario de la capital.
Podía haber sido cualquier proyecto o iniciativa, pero el hecho de que se acercara hasta una infraestructura millonaria que lleva cinco años parada da pie para pensar que se puede esperar algún giro en la postura municipal, hasta ahora férrea y negativa, sobre la puesta en marcha del tranvía. También en esa clave positiva, al menos de normalidad en las relaciones entre  instituciones, hay que ver la asistencia de Márquez al acto protocolario de inauguración del alumbrado navideño de algunos de los edificios más emblemáticos de la Diputación Provincial, con el socialista Francisco Reyes al frente.
Llegados a este punto, aunque todavía se trate de algo muy incipiente y sin olvidar que el resto del equipo de concejales del Partido Popular no ha cambiado, (salvo la incorporación de Yolanda Pedrosa) cabe esperar que de la cordialidad se pase a la colaboración leal entre las administraciones de diferente signo político, algo tan elemental como poco habitual, no solo en esta provincia, sino en general.

    05 dic 2015 / 09:44 H.