La imaginación al poder
Hacía tiempo que la política no ocupaba el centro del debate en todos los ámbitos, y una mezcla de desconcierto, miedo, ilusión, esperanza y, en cualquier caso, dinamismo, nos invade en estas semanas postelectorales. En nuestra provincia, los resultados, salvo algunas sorpresas en zonas como El Condado, han sido previsibles, según las encuestas, y el PSOE ha vuelto a crecer en apoyo social, recuperando ciudades grandes y simbólicas que llevaba casi una década sin gobernar como Andújar, Úbeda, La Carolina o Martos, un paso importante para los socialistas que, sin duda, han comprobado el impacto positivo del relevo generacional.
Pasado mañana saldremos de duda de los posibles pactos aún pendientes, entre ellos, el más importante: El de la capital. Y, en cualquier caso, se vivirá un ambiente de euforia y optimismo propio de quien inicia una nueva etapa repleta de retos y oportunidades. Es bueno que la gente vuelva a confiar en la política, y por eso es tan importante que los nuevos alcaldes y alcaldesas y la nueva Diputación no defrauden las expectativas generadas y lleven a cabo una buena planificación para abordar los temas de la nueva agenda local.
Aunque la creación de empleo tiene que ser la prioridad en una provincia donde contamos con 67.114 sin empleo, la población rural, no se puede mermar el derecho a una democracia real, participativa y directa, y si algo han demostrado los jiennenses, es que quieren implicarse más en el desarrollo de sus pueblos.
La reestructuración de los fondos europeos y el cambio de modelo productivo en el que llevamos inmersos desde hace años, con escaso éxito por cierto, son elementos que tienen que estar en la reflexión de una planificación que debería dar el salto cualitativo que esta provincia necesita.
Nuestros pueblos ya no se sostienen solo con los jornales de la cosecha de la aceituna y las escasas semanas de trabajo que ofrecen los ayuntamientos.
Nuestros jóvenes requieren otras oportunidades y tienen otras expectativas que hay que estimular para seguir creciendo. Llegó el momento de la imaginación al poder.
Pasado mañana saldremos de duda de los posibles pactos aún pendientes, entre ellos, el más importante: El de la capital. Y, en cualquier caso, se vivirá un ambiente de euforia y optimismo propio de quien inicia una nueva etapa repleta de retos y oportunidades. Es bueno que la gente vuelva a confiar en la política, y por eso es tan importante que los nuevos alcaldes y alcaldesas y la nueva Diputación no defrauden las expectativas generadas y lleven a cabo una buena planificación para abordar los temas de la nueva agenda local.
Aunque la creación de empleo tiene que ser la prioridad en una provincia donde contamos con 67.114 sin empleo, la población rural, no se puede mermar el derecho a una democracia real, participativa y directa, y si algo han demostrado los jiennenses, es que quieren implicarse más en el desarrollo de sus pueblos.
La reestructuración de los fondos europeos y el cambio de modelo productivo en el que llevamos inmersos desde hace años, con escaso éxito por cierto, son elementos que tienen que estar en la reflexión de una planificación que debería dar el salto cualitativo que esta provincia necesita.
Nuestros pueblos ya no se sostienen solo con los jornales de la cosecha de la aceituna y las escasas semanas de trabajo que ofrecen los ayuntamientos.
Nuestros jóvenes requieren otras oportunidades y tienen otras expectativas que hay que estimular para seguir creciendo. Llegó el momento de la imaginación al poder.