La hora del reparto

La pregunta incomoda. ¿Cuál es su sueldo como alcalde? Pocos van directos al grano. La mayoría da unos cuantos rodeos antes de lanzarse a la piscina de la respuesta.

06 jul 2015 / 11:29 H.

En tiempos de crisis se mira hasta el último céntimo. Los monederos no están para dispendios y, aunque cueste, en este caluroso comienzo de mandato se impone la moda de la austeridad. Una tendencia que, en ocasiones, solo es cuestión de imagen. Hay subidas y bajadas encubiertas, repartos de liberaciones pensados para no armar la marimorena, equiparaciones de nóminas con empleos anteriores que minan las arcas y la moral de los votantes y, en medio del desierto, ejemplos de vocación de servicio público en forma de gotas de agua.

El 13 de junio se constituyeron los noventa y siete ayuntamientos de la provincia y, desde entonces, las nóminas de quienes se sientan en los plenos municipales centran el debate. Sobre todo en los municipios en los que impera la minoría. Cierto es que algunos todavía no tienen en sus agendas la retribución para los próximos cuatro años, pero las sorpresas brillan en un primer análisis comparativo. Hay siete alcaldes cuyas remuneraciones costarán cero euros a las arcas municipales. No quiere decir que no lleven dinero a casa, sino que sus nóminas no saldrán de los ayuntamientos que gobiernan. Son maestros, jubilados, algún empresario e, incluso, un senador, el alcalde de Jaén. El resto tiene sueldos que oscilan entre los 870 euros de la alcaldesa de Larva y los 3.952 euros (brutos) del dirigente de Alcalá la Real.

La arbitrariedad está de moda en esto de las asignaciones económicas. La ausencia de un criterio legislativo hace que se produzcan comparaciones odiosas. Un ejemplo. En un extremo se encuentra María Francisca Espinosa. La alcaldesa de Benatae, municipio de 498 habitantes, cobra 1.663 euros netos cada mes o, lo que es lo mismo, 1.426 euros en 14 pagas. A cada vecino le cuesta su nómina 3,33 euros mensuales. En el otro extremo está Juan Fernández. El alcalde de Linares, con una población de 60.290 habitantes, cobra 2.640 euros netos al mes. A los linarenses les cuesta su sueldo 0,04 euros cada mes.

Las subidas salariales también hacen honores a la arbitrariedad. Algunos tendrán que dar explicaciones, en sus respectivos municipios, de incomprensibles incrementos convertidos en carne de cañón para la oposición. ¿Por qué el alcalde de Marmolejo cobrará 400 euros más que su antecesor en el cargo...?

Hay casos en los que el nuevo regidor supondrá un coste del 100% para las maltrechas arcas municipales. Otro ejemplo. El actual alcalde de Puente de Génave, Ramón Gallego, percibirá 900 euros en 14 pagas. Sin embargo, su antecesor no cobraba del Ayuntamiento. Lo mismo ocurre en Martos, en Bailén o en Iznatoraf. Sin embargo, la arbitrariedad resulta beneficiosa para el ciudadano cuando los “mandamases” optan por las bajadas. Empezar con buen pie siempre fue consejo de sabios.

El alcalde de Higuera de Calatrava no pudo con sus pretensiones  

El viernes se celebró el pleno en el que el alcalde de Higuera de Calatrava, Juan de Dios Ortega López —del Partido Andalucista—, tenía previsto subirse el sueldo un 30% con respecto a su antecesor en el cargo. Su pretensión era cobrar 1.300 euros netos en 14 pagas, es decir, 1.516 euros mensuales. Sin embargo, la oposición frenó su propuesta y, al final, se tuvo que conformar con 900 euros en 14 mensualidades, lo que supone una bajada del 10% con respecto a la nómina del anterior alcalde.