La historia de unos valientes que hicieron las americas
En abril de 1994, medio centenar de jiennenses cruzó el charco para participar en la Semana de Jaén en Washington. Fue la primera misión comercial que tenía como objetivo hacer las américas, es decir, tratar de dar a conocer la provincia y sus productos en el mercado de Estados Unidos, el mayor consumidor del mundo.

Se trató de un acontecimiento extraordinario. No en vano, era la primera vez que se organizaba un viaje comercial para venderse en un país que para muchos era "El Dorado". La expedición estaba compuesta por 51 personas, entre empresarios y representantes de instituciones públicas y privadas. Al frente de la comitiva estaba el entonces presidente de la Confederación de Empresarios de Jaén, José Luis Siles Cano, que fue el gran impulsor de la iniciativa. "Se nos cayeron muchas vendas de los ojos", explica, veinte años después.
La filosofía de la semana de Jaén en Washington tenía un marcado carácter comercial. De ahí que la mayoría de los expedicionarios perteneciera al sector del aceite de oliva. Sin embargo, los organizadores querían ofrecer pinceladas de la cultura, la gastronomía y la riqueza patrimonial y natural de la provincia. Así, también se celebraron unas jornadas gastronómicas en la capital norteamericana con platos elaborados por cocineros de la tierra, una exposición de obras de artistas jiennenses y charlas sobre el turismo provincial. "Íbamos a ofrecer nuestros productos, para darlos a conocer y poder venderlos", resume José Luis Siles, quien añade que la experiencia que quedó de aquel viaje fue que demostró que Jaén tiene la capacidad de exportar al exterior.
Ángel Menéndez, entonces delegado de Economía de la Junta, pone de manifiesto la importancia del evento: "Por primera vez, entramos en contacto con los grandes intermediarios de los mercados internacionales", aclara. "Nosotros tratamos de ofrecer una imagen moderna de nuestra tierra, alejada de los tópicos".
Uno de los participantes en la misión comercial fue Rafael Torres González, un aceitero de Jimena ya fallecido y padre del actual presidente de los empresarios jiennenses: "Aquello fue el acontecimiento del siglo. Además, creo que se dejó muy buena imagen en Estados Unidos. La pena es que no ha tenido continuidad", rememora Manuel Alfonso Torres. "Si se repitiera ese viaje tendría que ser mucho más profesionalizado", aclara. Otro de los expedicionarios fue Emilio Vallejo, de Aceites Vallejo de Torredonjimeno, quien coincide en el análisis realizado por el presidente de la patronal, si bien considera que aquel viaje no se aprovechó lo suficiente: "Nos faltaba mucha experiencia", afirma este empresario.
Francisco Navarrete, que por aquel entonces era el alcalde de Cazorla, destaca el "atrevimiento" de José Luis Siles para impulsar esta iniciativa. Además, también resalta que no solo sirvió para intentar vender aceite, sino para promocionar la provincia. "Los aceiteros se dieron cuenta de que tenían que hacer un producto más adaptado al gusto de los clientes", explica. Y es que, Navarrete recuerda que una periodista norteamericana "escupió" el aceite de oliva que acababan de darle a probar durante una degustación: "Salió gritando que era como el veneno", ironiza.
Luis Carlos García, propietario del restaurante Vandelvira de Baeza, también participó en la expedición. Fue uno de los encargados de organizar las jornadas gastronómicas en la taberna "El Alabardero" de Washington. "Creo que dejamos una buena imagen allí. Recuerdo que restauradores norteamericanos casi nos llevaron a la rastra para que le explicáramos los secretos de algunos de los platos que elaboramos con el aceite de oliva". "Mucho de lo que se hizo por aquel entonces marcó el camino actual", concluye José Luis Siles.