La Guardia Civil 'detiene' a dos monos huidos en Mancha Real
vídeo.- Dos chimpancés adultos, unos animales que son seis veces más fuertes que un humano, se escaparon ayer de un centro zoológico de Mancha Real. El riesgo de que causaran daños obligó a la Guardia Civil a poner en marcha una operación de captura que culminó con uno de los simios abatidos con sedantes.
César es un personaje de animación que protagoniza El Origen del Planeta de los Simios. En resumen, en la cinta, este primate, recluido en un centro de internamiento, pero casi tan listo como los humanos, decide que ya está bien de ser dominado por el hombre, se hace el jefe del resto de monos y pergeña un plan para dominar el mundo. Bongo es real, un chimpancé adulto, acogido en el Zoo World Center de Mancha Real, una entidad autorizada, dedicada a la cría y cuidado de animales exóticos. Por lo que hizo ayer, el mono bien pudiera haber visto el trailer de la película. El simio se escapó de su jaula, junto a otro macaco, llamado Bou-Bou. Eran las diez de la mañana. Bou-Bou regresó a su hogar enseguida, lo convenció su cuidador, pero Bongo no.
Comenzó a vagar por las calles del casco urbano, ante la perplejidad de los vecinos y la preocupación de los responsables del centro. Y es que Bongo, que mide un metro y medio y que, como los de su especie, tiene seis veces más fuerza que un humano adulto, fuera de control podía ser muy peligroso. Se decidió entonces avisar al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, además de a la Policía Local, y comenzó la ardua captura del ejemplar.
Como no podían con él a base de fuerza, ante el riesgo de que respondiera agresivamente, ya que ni lo podían atrapar en la red, se optó por engañarlo. Las captores buscaron una finca, a las afueras del municipio, para cercarlo. Además de miembros del Seprona y agentes del puesto mancharrealeño, había policías locales, personal del zoológico y guardias forestales, en total, unas diez personas que estaban atentos a que no burlara la trampa. Con el mono ya quieto, a tiro, uno de los guardias civiles le disparó con un rifle tranquilizante. Fueron necesarios dos disparos para adormecerlo. Bongo, ya sin fuerzas, fue introducido en una jaula y transportado al zoo. Durante su escapada, que duró hasta las dos y media de la tarde, no causó ningún incidente ni hirió a nadie. José Rodríguez Cámara/Jaén