La Guardia Civil cierra el negocio de los “cuernos caídos”
Hay un negocio que mueve miles y miles de euros y que gira en torno a algo que, aparentemente, no tiene valor: los cuernos que se le caen al ciervo cuando llega la primavera y que quedan tirados en el campo. Es el desmogue. Esas cornamentas son del propietario de las fincas donde pace el animal. Sin embargo, son muchos los furtivos que se lanzan al monte en busca de esas codiciadas piezas. Tradicionalmente, siempre ha habido una potente industria artesana que reclama esta mercancía para fabricar objetos decorativos, como muebles, ceniceros, lámparas, llaveros o mangos de cuchillos. Sin embargo, en los últimos años, el valor de las cornamentas se ha disparado —entre 35 y 40 euros por kilo— debido a la gran demanda que llega de Asia, porque allí lo usan como medicina para curar determinadas dolencias. Y como Jaén es tierra de ciervos, lo es también de expoliadores. Son muchos los furtivos que salen al campo a ganar dinero con esta actividad tan lucrativa como ilegal.
La Guardia Civil acaba de cerrar el negocio a un grupo que estaba especializado en “recoger” estos “trofeos”. La operación “Jamaica” ha permitido, hasta el momento, la detención de diez vecinos de La Carolina, Baños de la Encina y Marmolejo. Se les acusa de cometer numerosos robos en fincas de caza de Sierra Morena, fundamentalmente en “Nava el Sach” y “Los Escoriales”. Algunos ya contaban con antecedentes por hechos similares, tal y como confirmó el jefe de la Comandancia de Jaén, Luis Ortega Carmona, que ayer fue el encargado de dar detalles de esta redada junto al subdelegado del Gobierno, Juan Lillo.
Además, el grupo desarticulado tenía capacidad para transportar la mercancía sustraída, almacenarla en dos naves de Córdoba y Ciudad Real y sacarla de España con destino a China, donde este producto alcanza precios estratosféricos.
Pero es que, además, la banda había ampliado sus actividades delictivas. De robar en el campo habían pasado, presuntamente, a entrar en viviendas para robar trofeos de caza, a los que después arrancaban la cornamenta. A la banda se le atribuyen tres asaltos de estas características cometidos a principios de mayo. En uno de ellos, desvalijaron la antigua discoteca “Jamaica” de Baños de la Encina —da nombre a la operación—. Su propietario almacenaba en ese local decenas de cabezas disecadas de exóticos animales que habían sido cazados en la sabana africana: ñus, cebras, oris, gacelas, ives... Trofeos que superan los 300.000 euros. “La importancia de esta operación radica, no solo en que se ha desmontado una banda dedicada al hurto de las cuernas que buscan clandestinamente tras el desmogue, sino en el peligro de los robos que, últimamente, cometían sus componentes en el interior de viviendas de campo”, resaltó el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo.
Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de abril por el equipo del Seprona de Linares y el de investigación de La Carolina, a raíz de las denuncias presentadas por los propietarios de fincas dedicadas a la caza en Sierra Morena y que alertaban de la desaparición de las cornamentas del desmogue. Las pesquisas llegaron a buen puerto. El día 3 de mayo, se produjo el primer arresto. Desde entonces, las detenciones se han producido en cadena y los guardias civiles han leído los derechos a nueve personas más. Algunos, incluso, de los miembros del grupo fueron sorprendidos en ruta, es decir, cuando transportaban la mercancía en vehículos para sacarla de la provincia de Jaén. Además, se han realizado varios registros, entre ellos los de las dos naves donde se almacenaban las cornamentas y los trofeos de caza. Allí, se encontraron más de diez toneladas de cuernos, en su mayor parte procedentes del desmogue y, en menor medida, trofeos de ejemplares de caza ibérica y africana.
De esos 10.000 kilos intervenidos, solo una pequeña parte —apenas 100 kilos— es género robado. El resto de la mercancía se está analizando por parte de la Guardia Civil. Los agentes del Instituto Armado la inspeccionan para ver cuál es su procedencia. Comprueban facturas, compradores, vendedores e intermediarios. Por ello, la operación “Jamaica” no ha finalizado. De hecho, no se descartan que se produzcan más detenciones y tampoco más decomisos de material robado en otros puntos del territorio nacional, tal y como destacó el jefe de la Comandancia, Luis Ortega Carmona, quien agradeció el esfuerzo de sus agentes.