La gestión municipal eleva la deuda per cápita a 3.557 euros

Está a la cola de las inversiones público-privadas de las que dependen el desarrollo económico de una sociedad y el bienestar de sus ciudadanos, pero, desde ayer, además del penoso título de ser una de las ciudades con mayor desempleo de España, la capital jiennense suma el honor igualmente dudoso de ser el municipio de más de 100.000 habitantes con mayor deuda viva del país. Situado en el puesto número 34 de un listado que algunos ya adjetivan como “de la vergüenza”, al cierre de 2013, el Ayuntamiento de Jaén adeudaba a los bancos 413,317 millones de euros. Son datos del Ministerio de Hacienda y tienen otra traducción: Como consecuencia de la gestión municipal, cada jiennense debe a las entidades financieras 3.557 euros. Un dinero con el que una familia con dos hijos podría alimentarse durante medio año o con el que una persona se podría comprar un coche de segunda mano o darse el lujo de un viaje combinado Nueva York-Cancún.

14 may 2014 / 22:00 H.


En las últimas tres décadas, la deuda que la Administración local ha contraído con las entidades financieras se ha cuadruplicado con creces, pasando —según los datos que maneja la oposición socialista— de los 92,9 millones de euros del año 1991, que suponían un débito per cápita de 797 euros, a los 413,317 actuales, y el motivo es el plan de pago a proveedores. Con un Ayuntamiento en “quiebra técnica” y un agujero inicial de 430 millones en 2011 de los que dos tercios se correspondían con impagos a proveedores, el equipo de Gobierno del PP vio el cielo abierto cuando el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobó el Real Decreto 4/2012. A lo largo de sus tres ediciones, la Administración local se ha sacudido facturas con proveedores por valor de unos 248 millones, sin contar los 5 millones del crédito ICO que el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero aprobó en noviembre de 2011. Pero esa deuda no se evaporaba. Tan solo se trasvasaba a las entidades financieras.
La liquidación del presupuesto de 2012 arrojó un incremento de la deuda viva de 89 a 304 millones de euros, algo que el equipo de Gobierno local siempre ha dicho preferir antes que deber dinero a proveedores de servicios municipales básicos. Pero lo cierto es que las condiciones “leoninas” que se aceptaron para firmar los créditos de esos planes de pago siguen impidiendo que este Ayuntamiento en “ruina” pueda atender, religiosamente, las obligaciones contraídas con sus proveedores.