¿La fosa donde está Lorca?
Los resultados del análisis del georradar realizado en diciembre en el peñón del Colorado, en Alfacar (Granada), para localizar posibles fosas de la Guerra Civil, en el paraje donde podría estar enterrado Federico García Lorca, descubren un camino coincidiendo con el antiguo cauce de un arroyo y dos anomalías en el terreno.

Las dos “anomalías” del terreno tienen unos dos metros de profundidad en un caso, y otros 0,80 metros, en el otro, según informaron a Europa Press fuentes cercanas a la investigación. Esto se correspondería con la posibilidad de que la hondonada más pequeña sirviera para obtener más tierra con la que rellenar la más grande, según las fuentes consultadas. La ubicación de estas dos anomalías coincide con los testimonios recogidos en su día por el periodista Eduardo Molina Fajardo, que señalaban el posible enterramiento en un “pozo alargado” con un color de tierra gris, junto a un pequeño camino (el cauce del arroyo descubierto).
Concretamente, se encuentran en unos terrenos que se usaron en 1936 como campo de instrucción para las tropas de Falange y que iban a ser convertidos en un campo de fútbol en 1998. Las obras se paralizaron, sin embargo, después de que la propia hermana del poeta, Isabel García Lorca, alertara de que allí podría estar enterrado el autor de “La casa de Bernarda Alba”.
“Ha llegado a mis oídos el plan que tiene el Ayuntamiento de Alfacar, que usted preside, de hacer un campo de fútbol justo donde fueron a caer miles de hombres asesinados, muchos de ellos supongo correligionarios suyos, socialistas. También está ahí mi hermano, Federico García Lorca. Por supuesto que también por eso siento yo la afrenta que se les hace y quiero que sepa que en el mundo culto donde se enseña Literatura Española se dice dónde está la tierra que le cubre. Ahora tendrán que añadir que sobre esa tierra se ha construido un campo de fútbol. Piensen hasta dónde arrastran el nombre ya famoso de aquel lugar, conocido porque allí reposan los restos de Federico”, escribió su hermana, dirigiéndose al entonces alcalde del municipio, Juan Caballero.
estudio. El constructor del campo de fútbol —Ayuntamiento de Alfacar— obtuvo un permiso provisional de obra en agosto de 1997, y empezó los trabajos en abril del 98. Para ello, el Ayuntamiento elaboró un estudio de impacto medioambiental, avalado también por la entonces Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que no contempló, por un lado, que las obras afectarían a una vía pecuaria, llamada el carril del Obispo; que por la mitad del que sería el campo pasaba el cauce de un arroyo, y que aquel lugar era zona de fosas de la Guerra Civil.