La fórmula del éxito

Ya desde la prehistoria, la música ha formado parte de nuestras vidas y ha ido desarrollándose hasta convertirse en un reflejo de cada época histórica. Pero si reflexionamos sobre las últimas décadas, vemos que la mayor parte de los hits comerciales comenzaron a estar basados en los mismos ocho acordes que constituían la estructura del famoso Canon en Re Mayor de Pachelbel, y que dicha secuencia ha llegado a reducirse tan solo a cuatro acordes: los grados I, V, VI y IV de nuestra escala.

    17 nov 2015 / 11:57 H.

    Esto quiere decir que, aunque cambien las melodías y los ritmos, la base armónica es exactamente la misma. De esta manera, la industria musical —que, nos guste o no, es la que realmente tiene el poder de visibilizar a cualquier artista— ha ido acostumbrando nuestros oídos a una música predecible y extremadamente fácil de digerir. Aunque por suerte, aún quedan artistas como Aldo Narejos, que han reflexionado sobre esta progresiva degeneración musical para así intentar frenarla. Porque, como ya dice nuestro refranero popular, “no está hecha la miel para la boca del asno”.*
    Alba Torrebejano