La felicidad va por campañas
Decía Jacinto Benavente, que la felicidad no existe en la vida. Sólo existen momentos felices. Si analizamos los datos de previsión de aceite para la próxima campaña, y vemos como nuestros representantes políticos brindan sonrientes con el primer aceite verde de la temporada, podríamos pensar que estamos ante uno de esos momentos felices. Un año más, en esta partida de póker, con distribuidores y productores de otros países siempre con una carta en la manga, nuestras autoridades, cumpliendo la norma, levantan sus cartas, entregando la partida a otros más avispados.
Se esperan, para la provincia de Jaén, 485.000 toneladas de zumo de aceituna, de una gran calidad, con margen para ganar dinero, pues apenas hay enlace, y lo más importante se prevén más de 6,4 millones de jornales. Empleo para nuestra provincia, tan necesitada. Este momento feliz, de portada a todo color, y de orgullo por lo nuestro, oculta la realidad de nuestra provincia reflejada en los datos en blanco y negro que representa la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de 2015. Los datos a 30 de septiembre de cada año, son los que mejor reflejan la realidad de nuestro territorio, al margen de cosechas, aforos, y jornales de aceituna.
Y esta realidad, nos sonroja, a la vez que nos indigna. Jaén pasa a ser la provincia con más paro de España con un 35,38%, tan sólo superada por Cádiz. Pero, lo que más indigna, no es lo mal que nos va, sino ver cómo a los demás les va mucho mejor. Si la envidia es el deporte nacional, en Jaén, ganaríamos el oro olímpico. Tenemos el triple de paro que otras provincias. El desempleo en España baja un 2,5% y en Andalucía se reduce un 9,66%. Es así, Jaén, la única provincia de España en la que aumenta el paro. ¿De qué sirve que en el cuarto trimestre volvamos a tirar cohetes y colorear páginas de estadísticas, gracias a los jornales de aceituna? No podemos alimentar la ilusión de las generaciones futuras, tan sólo con las previsiones de la campaña de aceite. Tenemos un importante déficit en el aforo de los momentos felices.
Rafael Peralta