La falta de liquidez "ahoga" a pequeñas empresas
PEPI GALERA
Dice la Real Academia Española de la Lengua que “asfixia”, en su segunda acepción, es la aniquilación de algo o grave impedimento de su existencia o desarrollo y, como ejemplo, pone “la asfixia del pequeño comercio”. No hay mejor definición para la situación actual de las pequeñas y medianas empresas jiennenses. Están asfixiadas por la falta de liquidez y de crédito de los bancos, el parón de la actividad y la bajada del consumo y las ventas. Viven una lucha diaria por no sucumbir, o quedarse sin aire, ante tales presiones.
Dice la Real Academia Española de la Lengua que “asfixia”, en su segunda acepción, es la aniquilación de algo o grave impedimento de su existencia o desarrollo y, como ejemplo, pone “la asfixia del pequeño comercio”. No hay mejor definición para la situación actual de las pequeñas y medianas empresas jiennenses. Están asfixiadas por la falta de liquidez y de crédito de los bancos, el parón de la actividad y la bajada del consumo y las ventas. Viven una lucha diaria por no sucumbir, o quedarse sin aire, ante tales presiones.
Y así lo dicen las cifras.Según el último informe de la Cámara de Comercio, sobre el Índice de Confianza Empresarial, los dos principales factores que limitan su actividad son la debilidad de la demanda, en un 76,43 por ciento, y las dificultades de financiación o tesorería, en un 35,02 por ciento. Estos datos corresponden al tercer trimestre del año 2009 pero, según el gerente de la Cámara de Comercio, José Antonio Miranda, días antes de que se publiquen los nuevos datos, las cifras con las que finalizó el año son similares. Pocos cambios, por tanto, en el panorama empresarial. Sólo hay que echar un vistazo a la tabla para ver cómo están los ánimos entre los empresarios, ya que este indicador mide, en diferentes variables, sus expectativas de negocio en relación con resultados: sólo hay un valor positivo, la confianza del crecimiento de la exportación, pero numerada en 0,5 por ciento.
En boca de todos los empresarios está la misma frase: los bancos tienen el grifo cerrado. No financian nada. Han pasado de firmarlo todo a pedir mil y un avales que hacen tambalearse a las empresas más fuertes. Las cifras, en este caso también, acompañan sus reflexiones. En sólo un año, la tasa de variación del crédito bancario bajó hasta el menos 2,4. En tan sólo seis meses, se pasó de conceder un 1,9 por ciento más de créditos que un año antes, a situarse en cifras negativas. Si se habla de datos absolutos, este menos 2,4 por ciento correspondería a unos 300 créditos menos concedidos que un año antes.
Las expectativas de cambio, por el momento, tampoco son muy halagüeñas. A la sombra de las informaciones nacionales que esta semana se ofrecían, España cerró el pasado año sin salir de la recesión. Según el Banco de España, en el tramo final de 2009, pese a que el consumo y la inversión dieron señales de mejora, el Producto Interior Bruto descendió un 0,1% entre octubre y diciembre respecto al tercer trimestre. La economía española acumula ya siete trimestres en retroceso. Se ha hablado de “brotes verdes” en la economía, pero muchos empresarios siguen sin verlos, cuando temen que, si no cambian las circunstancias actuales, de aquí a unos meses tengan que “echar el cerrojazo”.
Esta crisis que comenzó en la construcción sigue haciendo estragos en las empresas jiennenses dedicadas a este sector. No hay más que leer el testimonio de José Joaquín Pulido Ruano, gerente de la firma iliturgitana Industrias Metálicas Pulido. Pero, al mismo tiempo, arrastró el resto de industria y comercio con la falta de liquidez de los ciudadanos —endeudados con hipotecas infladas y castigados con el paro—, que, aún hoy, sigue sin levantar cabeza. También se ha dicho que la crisis no ha sido todo lo dramática en la provincia por la predominancia del sector primario en su economía —se puede comprobar que, en los dos últimos meses, Jaén ha creado empleo con la campaña de la recogida de la aceituna, según el Servicio Público de Empleo Estatal, pero demasiado temporal, restringido a un mes más—. Es cierto que la economía provincial no está “hundida”, pero sí las esperanzas de que crezca otras bases —industria y servicios— sobre las que se sostenga.
A pesar de este panorama, los empresarios jiennenses siguen luchando, poniendo su esfuerzo, imaginación y los medios a los que pueden acceder, para sacar a flote, o al menos mantener sus empresas, hasta que acabe esta etapa de “recesión”, que no tiene fecha determinada aún, porque ni los analistas económicos se ponen de acuerdo para ver si será a finales de este año o ya para el próximo.