La esencia femenina de Alharilla
Manuel Jalón / Porcuna
Como manda la tradición, el cuarto domingo de mayo, las mujeres de Porcuna pasearon a su patrona, la Santísima Virgen de Alharilla, por el llano de su aldea. Lo hicieron en la conocida como Fiesta de las Flores, con la que finalizaron los actos oficiales de la romería.

Como manda la tradición, el cuarto domingo de mayo, las mujeres de Porcuna pasearon a su patrona, la Santísima Virgen de Alharilla, por el llano de su aldea. Lo hicieron en la conocida como Fiesta de las Flores, con la que finalizaron los actos oficiales de la romería.
En una mañana radiante y calurosa, unas 5.000 personas se congregaron, en el llano de la aldea de Alharilla, para rendir tributo a la Reina de la Campiña. A las once de la mañana, después de la misa en el santuario, el repique de la campana de la ermita, el sonido de los cohetes y los aplausos del pueblo anunciaban que la patrona de Porcuna volvía a reunirse con sus hijos en la puerta de su templo. Se vivieron momentos de emoción, de lágrimas y de alegría en las dos horas largas que duró el desfile procesional. No faltaron los cánticos marianos y populares, mientras que la Banda de Tambores y Cornetas Virgen de la Angustias acompañaba con sus jubilosas marchas.
Las anderas de la Virgen, agarradas a sus varales, pasearon fervientes a la patrona mientras que romeros y devotos le arrojaban claveles, rosas y pétalos. Hubo salves y coplas de los coros romeros locales. La comitiva estaba presidida por los hermanos mayores, Ángel Cobo Casado y Luisa Jiménez Villa, junto con la presidenta de la cofradía, Librada Quero. También estuvieron presentes los caballos y sus jinetes romeros, que habían acompañado a los mayordomos desde su domicilio en el pueblo hasta la aldea. En días anteriores se celebró la novena en la ermita y, el sábado por la noche, cientos de romeros y fieles asistieron al santo rosario.