La escasez de lluvia y las heladas estropean millones de aceitunas

Enrique Alonso /Jaén
La campaña de la aceituna es otra. Ha cambiado. El optimismo que tenían los agricultores durante los últimos días de septiembre, cuando veían árboles cargados de fruto sano, se ha evaporado. La falta de precipitaciones y las heladas en los valles de la provincia han estropeado parte de la cosecha. Millones de aceitunas están arrugadas. Vaya lástima.

    05 dic 2013 / 10:30 H.

    Otras llegan a las almazaras con el color del chocolate en vez de con el verde o el morado intenso que determinan una correcta maduración. Son marrones porque sus células se han roto por el frío y no han terminado la producción del aceite en su interior. No es algo generalizado, pero sí bastante habitual en las fincas de la provincia. Sin lluvia y con temperaturas de hasta -5 grados —en la comarca de Andújar el pasado 30 de noviembre, por ejemplo—, la cosecha se ha venido abajo.
    El fruto tiene piel y hueso, pero poca pulpa. Y eso se nota en las almazaras y en las cooperativas de la provincia. La cosecha se ha girado como un “calcetín” y se ha vuelto más imprevisible. El aforo pronosticó 715.000 toneladas de aceite en Jaén, pero eran cuentas de septiembre. Habrá que ver cómo evoluciona la producción de zumo porque la meteorología de octubre y noviembre ha sido tremendamente cruel con los olivareros.
    Cristóbal Gallego es el jefe de los servicios técnicos de Asaja y el presidente de la Cooperativa El Pilar de Villacarrillo: “El olivo ha pasado sed. Como no ha llovido, las heladas han llegado antes. La maduración no es homogénea, lo que hace que se estropee algo la campaña. Las aceitunas que llegan a las cooperativas tienen calibres pequeños. Se ha perdido peso también por la falta de precipitaciones. Mucho fruto no es bueno, por lo que el aforo tirará a la baja”.
    El presidente de la Federación Española de Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva) y también de la Confederación de Empresarios de Jaén (CEJ), Manuel Alfonso Torres, tiene claro que la falta de lluvia ha adelgazado la cosecha: “Se ha perdido el 15% del peso de la aceituna porque no ha llovido y porque ha helado. El fruto se queda enverado y no madura bien ni termina de engordar. Por eso, existen problemas con los calibres. Incluso, el Consejo Oleícola Internacional (COI) ha revisado sus previsiones relativas a España”. Tomás Ramírez Cueva es técnico agrícola y trabaja en la recolección en diversas fincas de la provincia: “Parte de la aceituna está deshidratada por la falta de lluvia. El frío hace que se cueza y pierda peso. Contábamos con la prima de calidad hasta el 15 o 20 de diciembre, pero la situación ha cambiado”. Por el momento, todos coinciden en que se han sacado buenos aceites, aunque existen dudas respecto a lo que ocurrirá de ahora en adelante en algunas fincas. En cambio, en otras aún hay aceitunas con calidad. COAG recuerda que solo han caído 25 litros entre septiembre y diciembre, lo que es un 92% menos que el año pasado. Por eso, no duda en que el rendimiento graso cae y, consecuentemente, la cosecha. Después de meses idóneos, al final se ha estropeado mucho fruto.