La “era del diálogo” arranca sin pactos y llena de interrogantes
Se han mantenido alejados de los focos, han rechazado reuniones que no fueran públicas, han estado “al margen de la polvareda” que se ha levantado en los últimos días, previos a la constitución del Ayuntamiento, y, de repente, cuando ya “estaban tranquilos”, el enfrentamiento abierto entre el PP y Ciudadanos (C’s) situó a los tres concejales electos de la única candidatura de unidad popular que concurrió a las elecciones del 24 de mayo, Jaén en Común (JeC), en el centro de todas las miradas.

La “sintonía” que exhibieron el PSOE y los ediles del partido de Albert Rivera por la mañana, en un desayuno en el céntrico Café Jaén que les sirvió para “crear sinergias interesantes” sobre “propuestas comunes”, alteró todos los esquemas iniciales. Absolutamente “descartado” el apoyo de C’s a la investidura de José Enrique Fernández de Moya como alcalde, el entendimiento entre los ediles electos de la formación naranja y los del partido del puño y la rusa se vislumbró como una continuación del respaldo que, después de dos meses de bloqueo, permitió, el jueves, que Susana Díaz fuera elegida presidenta de la Junta.
Con “la noticia de que el PSOE y C’s” habían llegado a un “acuerdo” para que Manuel Fernández Palomino se convirtiera, hoy, en el “nuevo alcalde” de Jaén, al borde de las ocho de la tarde, JeC convocaba a una “asamblea urgente” para, esta mañana, a las nueve, con el objetivo de “decidir la posición” de sus concejales electos en la sesión de investidura. “Nuestro voto puede ser decisivo y no vamos a tomar ninguna decisión al margen de la asamblea”, justificó el candidato a la Alcaldía, Manuel Montejo, que, sin embargo, por la mañana, en declaraciones a este periódico, anunciaba que se votarían a sí mismos y rechazó rotundamente, por “inviable”, la constitución de un tripartito. Adujo como argumento las “diferencias programáticas” que separan a JeC del PSOE y de C’s y, “personalmente”, volvió a ratificarse en la misma certeza cuando el ocaso se cernía ayer sobre la ciudad y la posibilidad de un “tripartito” adquiría más fuerza que nunca.
De hecho, aun a riesgo de que la asamblea decida hoy lo contrario, apuntó que esta posibilidad parece lejana. Se abordó, esta misma semana, en otra reunión, y subrayó: “Dijimos que no entraríamos en ningún pacto de gobierno”. De las “60 o 70 personas” que se contabilizaron en el último recuento, “la decisión fue unánime”, remarcó Montejo, que rechazó que, hoy, pueda haber divergencias de voto entre los ediles de JeC. De hecho, para evitarlo, mantuvieron una segunda reunión ayer por la noche.
Quien sí se mostró vacilante fue el partido de Albert Rivera. Después de garantizarle el voto a Fernández Palomino, el número 2 de la candidatura de C’s en la capital, Víctor Santiago, confesó las “presiones” de Barcelona y del Comité Nacional de Pactos para abortar cualquier acuerdo, y sentenció: “A las nueve menos cuarto de la noche de hoy viernes puedo decir que los votos de Ciudadanos no van a ser ni para el PP ni para el PSOE”.
Santiago lamentó la “soberbia” con la que, en su opinión, el alcalde en funciones “ha ninguneado” a C’s esta semana. “Tenían amarrado nuestro apoyo y lo han perdido. Deben pensar por qué ha pasado esto”, sugirió el concejal electo. Obviando las disculpas con nocturnidad del PP por las declaraciones de Fernández de Moya en 13TV o el desencuentro sobre diferentes aspectos económicos, Santiago puso el acento en las 96 propuestas que la formación puso sobre la mesa antes del pleno de investidura.
Con todo, en una tarde que —como pronosticó el líder provincial del PSOE, Francisco Reyes— fue “muy larga”, marcada por el silencio atronador del PP, los “nervios” de unos y de otros y rodeos de C’s que, para algunos, ocultaban cartas en la manga, lo único que estaba claro, al cierre de esta edición, es que todo estaba en el aire y cobraba peso la idea de que cada fuerza se votará a sí misma. De ser así, el PP mantendrá el gobierno con su mayoría relativa. Otra cosa es hasta cuándo.