La encrucijada de las pequeñas tiendas por la libertad de horarios

Después de que la Comunidad de Madrid plantee la liberalización de horarios de los establecimientos de menos de setecientos cincuenta metros cuadrados, el sector del resto de España comienza a analizar la medida. Comerciantes jiennenses muestran los pros y contras de la posible implantación de la iniciativa. De sol a sol para hacer caja.

    17 oct 2011 / 09:12 H.

    En Madrid, las tiendas minoristas podrán, a partir de ahora, abrir sus puertas siempre que quieran y adaptarse más que nunca a las necesidades de horarios de sus clientes potenciales. Con esta iniciativa —propia de la corriente liberal que, dentro del PP, defiende la presidenta del Ejecutivo madrileño,Esperanza Aguirre— se pretende impulsar las ventas de  los negocios que se dedican al mobiliario, la decoración, el bricolaje, el material deportivo, de ocio y de  construcción, así como a concesionarios de vehículos, siempre que el local del establecimiento sea menor de setecientos cincuenta metros cuadrados. Los únicos que se quedan fuera de la nueva norma son los grandes almacenes, que, aun así, abren más días que en otros lugares de España —la media es de ocho domingos y festivos al año, frente a los veintidós en Madrid—. La medida convierte a la comunidad madrileña en la autonomía con menos restricciones comerciales, pero incluso antes, en determinadas zonas de especial interés turístico —tales como la Puerta del Sol— ya se podían levantar las persianas todos los días del año.
    Sin embargo, las tiendas pequeñas de la capital de Jaén ve con reticencias la remodelación normativa, que, de implantarse, afectaría a la mayor parte del sector. Numerosos responsables de establecimientos minoristas jiennenses plantean sus reservas, ya que no hay garantía de que la ampliación sustanciosa de las jornadas y de los horarios de apertura tenga su reflejo directo en un aumento de la recaudación y, por tanto, de los beneficios económicos. Muchos de los empresarios consultados por este periódico explican que es un asunto que, aunque muchas veces se ha planteado, nunca se ha estudiado con profundidad, ya que la experiencia aporta un plus: “No todos los domingos que se abren son rentables en una ciudad como Jaén”, explica un tendero de la calle Navas de Tolosa de la capital. En la misma zona, una encargada apunta que las ventas se incrementan por temporadas, en especial en periodos previos a  celebraciones festivas, como Navidad o Semana Santa, o en las rebajas de verano o de invierno.
    Sin embargo, la vendedora de una tienda de modas, en este caso de una cadena multinacional, manifiesta que entre los pros se encuentra una posible contratación de nuevos trabajadores con los que hacer frente a la remodelación de los turnos que están, en la actualidad, establecidos de lunes a sábado.
    Una de las ideas que más coincide entre los responsables del sector es que, ante todo, debe haber unión a la hora de tomar las medidas, ya que si no, no habría reclamo alguno a los clientes. “Unas pocas tiendas solas abiertas domingo tras domingo mientras el resto están cerradas no atraería a la gente”, indica la gerente de un establecimiento de complementos.
    “Las excepciones de los que sí se beneficiarían, y mucho, son los de esos bazares que, bajo condiciones laborales pésimas, estén más tiempo con las puertas abiertas, haciendo una competencia desleal”, afirma otra comerciante, que reclama mayor control de las administraciones competentes con inspecciones más efectivas.
    por reflexionar. El máximo responsable de la Cámara de Comercio e Industria de Jaén, Luis Carlos GarcíaSánchez, expresa que la entidad que preside abordará la liberalización de horarios en las próximas semanas, ya que, por ahora, no hay una postura definitiva. “Hemos quedado para analizar estas cuestiones en breve. Anteriormente no se había suscitado la cuestión de una liberalización tan amplia, aunque sí que es cierto que más de una vez hemos hablado sobre los efectos de los calendarios de los grandes centros comerciales y su incidencia en los establecimientos pequeños y medianos”, asevera García. “Mi opinión personal es que, en principio, no se mejorarían las ventas, sino que lo que habría es una redistribución de las mismas. Lo que sí aumentaría de manera directa serían los gastos, tanto de personal como de mantenimiento”, añade.
    Por lo pronto, Madrid ya ha dado el primer paso por la cuasi plena libertad de horarios. Habrá que esperar la reacción del resto de comunidades. Jesús Vicioso Hoyo/Jaén