La dignidad humana

La dignidad y la grandeza del ser humano tienen su raíz en el hecho de ser hijo de Dios, creado a su imagen. La dignidad del hombre es el fundamento de sus derechos, y el principio rector del bien común. Todos los hombres somos iguales en dignidad, y nada ni nadie pueden borrar esa impronta divina: Imagen de Dios. El principio de una dignidad afín a todos los hombres, es frecuentemente violado, individual y colectivamente, y así la frase: “El hombre es un lobo para el hombre”, es una realidad, con frecuencia, de dramáticas consecuencias: Una sociedad que tiende su mano generosamente, al egoísmo, al materialismo, a la corrupción, a la explotación, la degradación de los trabajadores, etcétera. Al maltrato en todas sus manifestaciones: El insulto, la crítica destructiva, los juicios falsos, la descalificación, la falta de respeto, la violación del derecho a la vida, etcétera. De la mano de la violencia y de la injusticia, nuestro mundo camina, a menudo, entre la desesperanza, el desasosiego y el abatimiento. La presencia constante de Dios en nuestra existencia, debe guiarnos y mantenernos confiados, en la lucha por un mundo mejor, bajo el dictado de la dignidad humana.


    30 jun 2014 / 22:00 H.