La desidia municipal

Ya no hay dinero para nada que no sean las abundantísimas nóminas a pagar; abundantísimas por el engorde irresponsable de un ayuntamiento siempre mal gobernado y de ahí la brutal deuda que nos han colgado sobre las costillas del indefenso contribuyente, obligado a pagar lo que otros irresponsables acumularon.

    14 jul 2014 / 22:00 H.

    Pero lo que no necesita dinero para solucionarlo, debieran intentar el que fuera solucionado. Por ejemplo “el hedor que ya desprenden algunos contenedores de basura”; los boquetes y el estado cochambroso de muchos de ellos, el igualmente insoportable olor de algunas tragonas con aguas estancadas. Todo esto, y puede que muchas cosas más que ignoramos, fue puesto en manos de un monopolista que nos explota muy bien explotados. ¿No se le exige el cumplimiento contractual a lo mucho que cobra por un servicio muy discutible cuando no malo y bastante malo? De igual o parecida forma, podemos observar cientos y cientos de tapas de bocas de alcantarillas (hundidas, con enormes bordes, desniveladas) y otros registros, tragonas, corrientes de agua no construidas para la conducción de las mismas y que vierten sin dirección al alcantarillado; desniveles en todos esos elementos, por cuanto en su día ningún técnico municipal obligó a que las terminaciones fuesen con arreglo al plano, etcétera. Seguro que, aparte de los concejales responsables de cada cosa, estamos pagando a infinidad de empleados municipales, que eso sí, cobran puntualmente y si no protestan como es lógico, ¿pero cumplen con su cometido? Vean la ciudad, analicen cada metro cuadrado de la misma; da asco muchos de ellos. ¡Señor alcalde, que todo esto se debió solucionar sin que costase ni un céntimo más de lo que costó! Y aún hoy se puede hacer mucho más de lo que se hace. ¿Quién responde?


    Antonio García Fuentes / Jaén