La crisis dibuja un escenario político diferente al actual en la región
La crisis pasa factura en las familias y en las empresas, pero es evidente que no se detiene ahí. También parece claro que de una forma más o menos rotunda dejará su estela en las urnas, a tenor de los datos del Barómetro Andaluz de Prospectiva, Pulso, publicados por este periódico en las dos entregas de ayer domingo y hoy lunes.
El PP y el PSOE logran un empate casi técnico, una circunstancia que arrebataría a los socialistas la mayoría absoluta que ha ostentado en los últimos seis años en el Gobierno regional. Y es que el desgaste que no logró la marcha del líder socialista Manuel Chaves al Ejecutivo nacional lo ha logrado el lento pero paulatino e imparable deterioro de la situación económica de los andaluces. Quien tiene la responsabilidad máxima de buscar soluciones, de reaccionar y tomar medidas, no encuentra, hoy por hoy, el beneplácito de los votantes. El PP recorta distancias y gana al PSOE por 2,5 puntos en intención de voto, pasando del 38,6 por ciento del año 2008 al 41,1 por ciento que le otorga el citado sondeo. Otro factor que hay que tener en cuenta es que los jóvenes se decantan más por un partido de derechas, una buena cantera para los populares que se sitúa entre los 19 y los 24 años, aproximadamente. Como hoy publica este periódico, los jiennenses tienen la sensación de que la crisis les afecta a ellos en mayor medida que al resto de los españoles, una apreciación que va más allá de datos objetivos, pero que ahí está y hay que detenerse a analizar las causas que llevan a esa conclusión.
En cualquier caso, es más que evidente recordar que serán las elecciones reales y palpables las que tengan la última palabra a la hora de decidir el futuro político de los jiennenses y de los andaluces, por extensión. Pero es bien cierto que la coyuntura no es fácil y que los partidos políticos deben plantearse una seria reflexión, porque el escenario ha cambiado y mucho.