La crisis carga las maletas de títulos universatarios

Pepi Galera
Ya no se van con una pequeña maleta de cartón cargada de sueños y nostalgia en un tren que los lleva a grandes fábricas de Alemania y Francia. Tampoco se dejan familia a la que enviar todo lo que son capaces de ahorra. Ahora, se suben al avión con un currículum debajo del brazo, en el que no suele faltar un título universitario y postgrados y buenos niveles en idiomas. Son los emigrantes del siglo XXI, que tienen que salir a buscar en el extranjero esa oportunidad laboral que España, en plena crisis, no les ofrece.

    02 oct 2011 / 10:24 H.

    Y los datos hablan por sí mismos. El 19% de los licenciados de entre 25 y 29 años está en el paro. Un 44% desempeña un trabajo por debajo de su cualificación, según la OCDE. Y sus sueldos están a la cola de Europa. Emigran para buscar un empleo que cumpla sus expectativas, para mejorar su situación laboral y sus perspectivas. De hecho, el 68% de los jóvenes españoles está dispuesto a marcharse al extranjero, incluso sin perspectivas de volver, según los últimos datos del eurobarómetro. Además, en los últimos cinco años, se ha duplicado la cantidad de jiennenses que fijan su residencia en el extranjero. En 2005, unos ochenta jienneses se inscribían como residentes en algún país del extranjero y esta cifra va ya por más de 160 cada año.
    Y, entre las consecuencias de este goteo,  no es extraño que España registre, por primera vez en décadas, un saldo migratorio negativo a causa de la crisis, que empuja a miles de jóvenes profesionales a ir a buscarse la vida a países como Brasil y Alemania. En cifras, se puede decir que, por primer vez en décadas, España perdió 70.000 residentes en el primer semestre de este año, según datos del INE, y aunque muchos son inmigrantes que regresaron a sus países debido a la crisis, una buena parte son españoles que dejaron su tierra natal en la búsqueda de un futuro mejor. Así, 36.967 españoles emigraron al extranjero en 2010, 18.838 de los cuales tenían entre 18 y 45 años. Vuelve de esta forma una tendencia casi olvidada de la mitad del siglo pasado, cuando los trabajadores españoles emigraban a países como Alemania, Francia o Argentina en busca de oportunidades. Pero, a diferencia de aquellos, estos nuevos emigrantes son jóvenes licenciados y muy cualificados, ya que no consiguen un puesto de trabajo que se adecúe a sus capacidades e interses.
    Un estudio de la sociedad de recursos humanos Adecco señala que entre abril de 2008 y abril de 2010 se duplicó el número de personas que solicitaron trabajar fuera de España y aumentó en 9,2% el número de españoles mayores de edad residentes en el extranjero. Los jóvenes de entre 25 y 34 años son los que muestran una mayor predisposición a iniciar una vida laboral fuera. No obstante, el reclamo de mano de obra cualificada por parte de distintos estados europeos, como es el caso de Alemania, hará que la cifra de migraciones durante este año aumente. Pero, aunque son la mayoría, no solo los jóvenes hacen las maletas. Es llamativo que el colectivo mayor de 45 años está ahora más dispuesto a abandonar España en busca de un empleo que hace tres años: el número de emigrantes de entre 45 y 54 años ha crecido cerca de un 50%. Este colectivo puede parecer, a priori, más reacio a iniciar una trayectoria en el extranjero, puesto que normalmente tienen cargas familiares y más responsabilidades que las de un joven de 25 años. Pero la necesidad aprieta y no queda más remedio que buscar un empleo fuera.