La creatividad como respuesta

Inventar; no resolver nunca los problemas con un mismo patrón; ser camaleónico y encontrar nuevas vías de comunicación. Esta es la filosofía de trabajo de Fabián Suárez, joven artista de Guarromán que se dedica al diseño como profesor en Málaga y como director de arte tras su marca Efe Suárez. Con tan solo dar un paseo por su portfolio, la evidencia de la conjunción entre talento y profesionalidad salta a la vista. Ilustración, imagen corporativa, diseño editorial y cartelería forman el grueso del trabajo que firma. Ejemplos en los que la creatividad es siempre la mejor respuesta.
Se licenció en Bellas Artes, en Granada, en 2010. Allí, recuerdan, ya le decían que su trabajo era “muy de diseñador” y, cuando, en 2013, hizo Dirección de Arte en Madrid, le decían que era “muy de Bellas Artes”. En la actualidad, ha sabido poner en la balanza y equilibrar su formación y creatividad para crecer y hacerse una marca muy personal. En estos cinco años, en su currículum, las exposiciones por toda Andalucía y Madrid se acercan a la treintena, al tiempo que ha sido profesor en la Escuela de Arte Estación Diseño de Granada y en la Animun 3D, de Málaga, donde ha impartido clases en este último curso. En esta faceta docente, intenta transmitir un planteamiento a sus alumnos: “Aunque tengamos muy buenas herramientas, como un ordenador y o una cámara de fotos, si no hay una buena idea detrás del trabajo, no llamará la atención”.
Como ilustrador, está muy influido por el grafiti. Utiliza el “desgastado” de esta pintura para creaciones de fácil lectura, en la que la variación de colores es mínima, ya que juega con tres tonos o menos. Por ejemplo, a la “Room Art Fair” de Madrid, presentó una colección de ilustraciones en las que jugaba con los colores primarios. “Todas hacen mención a marcas de la infancia. Fue un proyecto único para esta exposición, hay que inventar algo nuevo cada vez”, asegura. En el caso de la identidad corporativa, dice, la clave está en buscar el carácter del producto, amoldarse a él, hecho que no resta libertad creativa.
Como escaparate de su trabajo, las redes sociales y su omnipresencia son claves. Él es consciente y recuerda que algunos contactos importantes han surgido por esta vía. Uno fue el que le llevó al encargo del diseño de la clásica zapatilla Slip-On de Vans en un modelo conmemorativo del número 66 —un 100 en España—. Convirtió el calzado en un helado y su obra, ahora, está en una exposición con artistas internacionales.

25 jun 2015 / 16:00 H.